Formar más de 50 médicos geriatras es la meta para el año 2022 del nuevo programa Más Geriatras para Chile, que la Primera Dama, Cecilia Morel, y el ministro de Salud, Jaime Mañalich, pusieron en marcha ayer.
La iniciativa busca incrementar en 50% la formación de estos profesionales en el país y es parte del plan Adulto Mejor, encabezado por Morel.
La medida responde al nuevo perfil epidemiológico que enfrenta el país, al aumentar la expectativa de vida. Se estima que a 2050, una de cada cuatro personas en Chile será un adulto mayor.
Este nuevo perfil plantea el desafío de contar con la cantidad requerida de médicos especialistas en envejecimiento en la red pública de salud, corrigiendo, por ejemplo, situaciones como las que se dan en el norte, donde hay un solo geriatra para atender entre Iquique y Coquimbo.
Es por eso que el Gobierno, el plan Adulto Mejor, universidades que imparten carreras de Salud y sociedades profesionales establecieron una alianza para impulsar el programa "Más Geriatras para Chile".
"Ya somos cerca del 20% de la población y se espera que para 2050 representemos cerca del 25%. Es por ello que se hace indispensable actuar ya con nuevos profesionales que sean capaces de atender en forma oportuna y digna a este sector de la población que crece y crece. En nuestro país tenemos un gran déficit de geriatras", explicó la Primera Dama.
Este programa invita a las instituciones de educación superior a orientar sus capacidades formadoras hacia la salud de las personas mayores, con un incremento en la formación de esta especialidad médica, así como incorporar este tema en la malla curricular de las carreras del área de la salud.
Situaciones complejas
Al comienzo del actual Gobierno, el catastro de geriatras era de 104 especialistas a lo largo del país, por lo cual se proyecta al año 2022 un total de 156 nuevos geriatras.
Junto con ello, este año se espera que se capaciten 70 nuevos médicos en Etapa de Destinación y Formación del Curso de Manejo de Situaciones Complejas, destinados a atender problemas frecuentes en geriatría como la demencia, las caídas, la depresión, los trastornos del sueño, delirium o incontinencia.