Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Vida Social
  • Espectáculos

Empresa local es pionera en el mejoramiento genético del maqui

MÁFIL. Una iniciativa privada identificó plantas altamente productivas y se encuentra trabajando con ellas para ofrecerlas a los productores del sur de Chile.
E-mail Compartir

Claudia Muñoz David

Normalmente el maqui es recolectado desde plantas que bordean los caminos o que se encuentran, aleatoriamente, en un campo. Sin embargo, este tipo de frutos no cumple con los estándares de calidad necesarios si lo que se busca es abrir nuevos mercados y exportar. La irregular calidad, entre otras deficiencias encontradas, hizo que las exportaciones nacionales de maqui seco cayeran de 84 toneladas en 2017 a 2,5 en 2018.

Sin embargo, a pesar de esa caída, existe un interés creciente por el fruto -especialmente de países asiáticos como Corea del Sur- por sus propiedades antioxidantes y nutraceúticas, que protegen la salud del consumidor.

Es por esto que la empresa Plangen, de la región de Los Ríos, se encuentra desarrollando un proyecto enfocado a seleccionar plantas que sean altamente productivas en el sur de Chile, con el objetivo de ponerlas a disposición de los productores para que ellos establezcan sus propios huertos de maqui. Este trabajo es pionero en la zona sur del país.

La empresa comenzó hace diez años a trabajar con Arauco en colectas de frutos silvestres y selección de árboles de maqui. Y ellos mismos establecieron criterios de selección para obtener las mejores frutas.

Hace siete años Plangen empezó a trabajar en el rubro en forma independiente, desarrollando un programa de mejoramiento genético privado para ofrecerlo al mercado .

El encargado de operaciones de la empresa Plangen, Jaime Büchner, relató que "en siete años hemos tenido dos grandes hitos. Hace tres años instalamos huertos modelo en Mariquina, con Indap. Se trató de tres unidades pequeñas, de media hectárea. De esta manera se buscó valorizar la agricultura familiar campesina. El segundo hito ocurrió el año pasado, cuando instalamos unas 14 hectáreas de huertos a privados".

En esta temporada continuarán instalando huertos y además venderán plantas a quienes estén interesados.

Lo logrado

Gracias al trabajo realizado han logrado identificar unos 400 ejemplares no emparentados, los que poseen características deseables en cuanto al tamaño de los frutos y la cantidad de ellos. La empresa ha seleccionado frutos de hasta 7 milímetros. Además, han detectado 50 individuos con gran capacidad de enraizamiento, las que poseen un mayor potencial de éxito.

"En una primera etapa se ha realizado la selección de material desde Los Ángeles hasta Chiloé. Ahora estamos en una etapa de masificación, además de rankeando los clones que tienen mejores habilidades para producir frutos o para crecer en diferentes sectores del sur. Una tercera etapa es llegar a establecer variedades y poder inscribirlas", dijo.

Ya han logrado establecer huertos, masificar el material y, en los huertos desarrollados con Indap, ya han tenido producciones. "Nos indican que lo que habíamos proyectado, de llegar a tener 3 mil kilos como base por hectárea, es factible de lograr. De hecho, en los huertos de Indap hay huertos que durante esta temporada, no teniendo un manejo intensivo, dieron una cantidad importante de frutos, es decir, desde el momento que estamos plantando, casi al año de producción, ya tenemos resultados" .

Las cosechas se desarrollan en verano, generalmente en forma manual-mecanizada. En el invierno y primavera, la mayor cantidad de trabajo que se desarrolla en un huerto está relacionado con evitar la aparición de malezas y de hongos.

"El maqui es una especie que está muy adaptada a la zona. En el trabajo que hemos estado realizando nos hemos dado cuenta que la preparación del sitio es muy relevante en el éxito de tus huertos. Es fundamental que estos no sean anegados", explicó.

Para desarrollar sus actividades, la empresa cuenta con espacios especiales para la multiplicación in vitro de las plantas y también con un área de propagación vegetativa. Cada una de las etapas se realizan en cuatro o cinco años de desarrollo. Se espera aumentar el rendimiento del fruto en peso seco, aumentar el tamaño de los frutos, mejorar la producción en relación a la pulpa y su semilla; además de aumentar la concentración de antioxidante en los frutos y la resistencia a plagas y enfermedades.

Actualmente están trabajando con agricultores que se dedican a la producción de leche y otros frutales, pero que desean diversificarse. Es el caso de Marcelo Parra, quien reemplazo un poco más de una hectárea en la que producía guinda ácida con plantas de maqui. Cada propietario tendrá que preocuparse de la comercialización.

Mejorar colecta

Este proyecto además busca evitar la colecta indiscriminada de esta especie nativa, la que incluso obligó a que la Corporación Nacional Forestal exigiera un plan de manejo para hacerlo. El investigador de Infor Roberto Ipinza destacó que "la selección de material es el punto de inicio del proceso de domesticación de una especie, esto en el sentido de conocer sus protocolos de reproducción vegetativa y estudiar sus sistemas de enraizamiento. De esta manera se puede mejorar la productividad, obtener la trazabilidad y disminuir la presión que significa colectar, que puede destruir la naturaleza si no se tienen procedimientos bien determinados".

El maqui crece desde la región de Coquimbo hasta Aysén. La Universidad de Talca generó nuevos mecanismos para explorar sustentablemente el maqui a través de un programa Fondef. La iniciativa de Plangen, en Los Ríos, también lo está haciendo, pero con financiamiento privado.

"La fórmula para asegurar la industrialización del maqui es a través del desarrollo de huertos estandarizados y certificados", dijo.