Los altos niveles de obesidad que han sido reportados en nuestro país y que afectan transversalmente los distintos niveles etarios, son motivo de preocupación por el impacto en el estado físico de la persona, pero también por sus riesgos y el alto costo de su tratamiento.

Uno de los riesgos asociados al paso de los años son las caídas, si le sumamos, que además existiese aumento de peso y frecuentemente en el adulto mayor una pérdida de masa ósea, se presenta un cuadro que puede llegar a ser dramático en sus consecuencias, con fractura de extremidades (cadera y hombro las más frecuentes en adultos mayores), por caídas a nivel, es decir desde la posición de pie o cercana a ella. Independiente de las prevenciones alimenticias que se deben tomar, en un examen radiológico, el médico radiólogo puede hacer una estimación del grado de densidad ósea u osteoporosis y se puede alertar del riesgo, que es mayor en mujeres que en hombres.

Existe un examen específico, la densitometría ósea, qué el médico puede solicitar, si sospecha que hay alteraciones en los huesos con los riesgos ya comentados. Este es un examen simple, corto, no requiere mayor preparación y entregará datos importantísimos para evaluar el riesgo existente y para comenzar algún tratamiento. Aun cuando los años van a seguir pasando no tienen por qué pesar, medidas tales como una buena dieta alimenticia, mantención de la masa muscular con ejercicios simples (caminar) y acudir a control médico donde se podrá detectar a tiempo la pérdida de densidad ósea, nos ayudarán a prevenir pasar por ingratos momentos.

Sergio

Garrido