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Ministro de Energía,

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El ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, aborda la compleja situación ambiental que afecta a las ciudades del centro-sur del país, y lo que está haciendo su cartera para enfrentarlo.

-Ministro, ¿cuál es la situación de la zona centro-sur del país en materia ambiental relacionada al uso de leña?

La contaminación del aire derivada del uso de la leña húmeda representa uno de los mayores problemas en la zona centro-sur de nuestro país, al generar efectos medioambientales muy negativos y al perjudicar considerablemente la salud de los chilenos. Entre las diez ciudades más contaminadas de Latinoamérica hay nueve de nuestro país: Padre Las Casas, Osorno, Coyhaique, Valdivia, Temuco, Santiago, Linares, Rancagua y Puerto Montt.

-¿Cuáles son los impactos negativos del mal uso de la leña?

En Chile, la contaminación generada por el uso de la leña húmeda es responsable de unas 2.000 muertes prematuras al año. Lo anterior se debe a que es utilizada masivamente y en malas condiciones no sólo para calefaccionar sino también para cocinar, lo que genera grandes niveles de contaminación. La leña húmeda es responsable del 87% del total de las emisiones de material particulado fino (MP2.5), un contaminante casi invisible pero muy dañino para la salud humana.

-¿Cuáles son las malas prácticas en el uso de la leña en los hogares?

Entre las regiones de O´Higgins y Aysén más del 74% de los hogares ocupa este combustible para la calefacción, muchas veces con alto contenido de humedad, haciendo un uso incorrecto de equipos de calefacción por parte de los usuarios, incluyendo el cierre de tirajes. Lo anterior se agrava por el hecho de utilizar artefactos ineficientes a los que no se les hace mantención oportuna y la inadecuada aislación térmica de la mayoría de las viviendas existentes, que hace que los consumos de leña residencial en el centro sur del país sean muy elevados.

-¿Cómo funciona el actual mercado de la leña?

Se estima que la leña consumida en nuestro país alcanza los 12 millones de metros cúbicos estéreo al año. No obstante, se trata de un mercado altamente informal y atomizado, conformado en gran parte por pequeños y medianos productores y comerciantes, lo que se traduce en que se comercialice un producto sin estándares de calidad, en diversos formatos y con elevados contenidos de humedad, lo que junto a otros factores contribuye a los elevados índices de contaminación del aire que se observa en las ciudades del centro sur del país.

-¿Qué hará el gobierno para regularizar el mercado de la leña seca?

Quiero ser categórico: Urge un uso eficiente de la leña en los hogares. Estamos trabajando en un proyecto de ley que busca definir estándares de calidad para los biocombustibles sólidos, entre ellos la leña, que se comercializan en el centro y sur de Chile. Junto con ello, se busca avanzar hacia el desarrollo de un mercado formal y transparente de los biocombustibles sólidos, generando empleos y mejorando la competitividad de las empresas del sector.

Por otro lado, la Ruta Energética del Ministerio nos traza como meta evaluar alternativas de energéticos para calefacción. Para ello se debe analizar la disponibilidad local de combustibles y energéticos limpios, como así también su viabilidad de penetración en la población. De este modo se espera transitar desde la situación actual hacia un mercado donde se haga un uso sustentable de biocombustibles sólidos, mejorando su calidad, incorporando nuevas formas de utilizarlos, diversificando la matriz térmica nacional con combustibles de mejor calidad, transitando hacia un mercado que incluya combustibles que cumplan con determinadas características que permitan resguardar la salud de las personas y el medio ambiente.

-¿Cuáles serán los beneficios de formalizar la leña?

Creemos que el proceso de formalización debe ser una transición gradual, en que se trabaje de la mano con todas las personas relacionadas con la leña, como productores, comercializadores, transportistas y consumidores, que comprendan los reales beneficios del uso eficiente de la leña y, en especial, incentivar las condiciones para que existan alternativas competitivas de calefacción. En este sentido, queremos promover una adecuada política pública que integre calidad de combustible, una mejor tecnología para calefacción, mejoras en aislación térmica y educación. Todo ello tendrá como consecuencia una disminución muy relevante en cuanto al impacto en los niveles de contaminación.


Juan Carlos Jobet:


"Urge un uso eficiente de


la leña en los hogares"