Carmen Bischoff de Saelzer
Permítanme recordar a Carmen Bischoff de Saelzer:
"Munchi, querida: Te propusiste llegar a la meta de los 100 años y lo cumpliste con creces, con una gran celebración. Estando siempre linda, simpática, encantadora y cariñosa.
Después me decías: " Te das cuenta cholita linda que tengo 100 años, pero ya no quiero seguir viviendo más, tuve una vida muy regaloneada y ya estoy aburrida, no tengo nada qué hacer "
¡Cómo te iré a echar de menos de tantas tardes copuchando de cualquier cosa o recordando anécdotas, pues tenías una gran memoria, te acordabas de los nombres y apellidos de las personas, era impresionante!"
Con ella se fue parte de nuestra historia, como dice Carlos Stolzenbach y tiene toda la razón.
Marisa Holzapfel marisaholzapfel@gmail.com
Ley Mortinatos
Humanizar el duelo perinatal es un enorme desafío para nuestra sociedad, pues implica empatizar con el sufrimiento de las familias que han tenido una perdida reproductiva, reconocer su dolor y duelo, así como también ofrecer apoyo, contención y orientación en estos momentos.
Una persona que no ha experimentado la pérdida reproductiva podría pensar que al no conocer al hijo con vida, al no haberlo visto desarrollarse como persona, el sentimiento de pérdida es menor, sin embargo, no debemos olvidar que esa madre y su pareja y los hermanos, ya tenían un vínculo con él.
La llamada ley de Mortinatos es una lucha que han tenido las familias con pérdida reproductiva hace un tiempo y busca darles un nombre legal a los bebés que fallecieron en el vientre de sus madres, ya que actualmente el Registro Civil no permite esta inscripción, es más en los documentos legales para sepultación y otros trámites, aparece consignado el hijo fallecido intrauterino como NN.
Aprobar este proyecto no sólo visibiliza la corta vida que sus hijos tuvieron y poder tener el recuerdo con nombre si así lo desean, sino que implica un avance en la humanización de la pérdida reproductiva para las familias.
Francisca Herrera Jara fran.herreraj81@gmail.com>
Agradecimientos
Reconocer la vocación de servicio y amor al prójimo es un deber moral de quienes nos hemos sentido favorecidos por la ayuda desinteresada de filántropos frente a nuestro dolor.
Hoy expreso mi profunda gratitud al Dr. Daniel Boroscheck, a todo su equipo y de manera muy especial a la Dra. Victoria Villarroel Soriano, porque en los momentos más difíciles y terminales de la vida de mi perrita Bony, pusieron todos sus medios y esfuerzos para que el trance de su muerte fuera lo menos doloroso posible.
Mi gratitud a cada uno de ellos, será un eterno reconocimiento frente a tantas muestras de amor y bondad y profesionalismo.
Julia Guínez G. juliaguinez@uach.cl
¿Furiosa oposición?
"Para cualquier cosa que se haga en nuestra ciudad y que contribuya a nuestra modernización hay personas que se oponen con una furia desmedida", señaló hace un tiempo en una carta Felipe Ramírez (08/07/19), repitiendo recientemente otras ideas asociadas (19/07/19). En tales textos observo que Ramírez afirma cosas en base a generalidades que evitan la argumentación, y quisiera puntualizarlas.
Primera generalidad: su idea de "modernización". Debo recordar por cierta lógica que los cambios/transformaciones pueden resultar tanto bien como mal, que la simple edificación urbana no es igual a "modernización" o "desarrollo", y que incluso "lo nuevo" o "remozado" puede llegar a ser desastroso si no se contempla inteligentemente el contexto de su construcción.
Segunda generalidad: afirmar que quienes "se oponen" lo hacen "con una furia desmedida". Esto último me parece rayar en lo ofensivo; intentar adjudicarle la furia o la ira a quienes guardan discrepancias con su parecer, para presentarlos en definitiva como "malos" o "perversos", me ha resultado de lo más curioso.
Tercera generalidad: "estos proyectos primero fueron exhibidos y sometidos a consulta popular por parte de la Ilustre Municipalidad de Valdivia", nos dice Ramírez.
Hablaré solo por la Plaza: la participación de 300 y tantas personas claramente no es sustantiva, es irrisoria. Además se maneja mañosamente nuestra incidencia en los espacios de Valdivia, ya que la "participación" funciona en la práctica como detalles menores para proyectos ya definidos en sus líneas gruesas.
Lo sustancial es que nosotros habitantes decidamos desde el principio la pertinencia o no de ciertos proyectos, y no seamos mera fuente de consulta marginal después a manera de un trámite.
¿Decidimos nosotros, por ejemplo, que debían construirse estacionamientos en nuestra Plaza?, eso es en el fondo lo primero.
Juan Navarrete Espinoza Licenciado en Historia Uach