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Mes del Corazón finaliza con consejos sobre alimentación saludable para las familias

PREVENCIÓN. Durante todo agosto fueron desarrolladas actividades para prevenir enfermedades cardiovascula-res y tener una vida saludable.
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Claudia Muñoz David

Alos niños de la Escuela de Bocatoma -en Panguipulli- se les encargó una tarea especial: fotografiar el almuerzo que normalmente es cocinado en sus casas durante los fines de semana. Imprimieron esas fotos y con ellas hicieron una muestra. A mediados de agosto, los expertos de la Seremi de Salud de Los Ríos fueron a visitar a los niños a su escuela, para mirar las fotos y darles consejos a ellos y a sus familias sobre cómo podrían ser esos platos más saludables.

La Escuela de Bocatoma es rural y está ubicada camino a Coñaripe. Los niños que asisten son en su mayoría mapuches, vienen de sectores como Llongahue, Pullinque, Pilinhue o Tralcapulli, por lo que los profesionales esperaban ver algunos platos típicos, como arvejas, garbanzos, lentejas, verduras y frutos silvestres, además de digüeñes o piñones.

Sin embargo, se llevaron una sorpresa. En su mayoría se trataba de grandes platos colmados de arroz con salchichas. También había muchas papas fritas, muy pocas verduras y ensaladas, y prácticamente nada de frutas. Nada muy diferente a los que se ve en la alimentación de la ciudad.

Pamela López, enfermera encargada del Programa de Salud Cardiovascular de la Seremi de Salud de Los Ríos, relató: "Ellos han ido abandonando sus costumbres culinarias y han aportado otras, como la comida chatarra. Sobre todo nos preocupó las cantidades que vimos, las porciones eran muy exageradas". Inmediatamente los profesionales hicieron una charla informativa para los niños, apoderados y profesores. Primero les hablaron sobre los riesgos, pero sobre todo les enseñaron qué debería contener un plato de un niño en etapa escolar.

"Un plato debe ser dividido en cuatro, la mitad debe contener verduras. Por ejemplo, ensaladas o verduras cocidas. Una cuarta parte debe tener proteínas -carne, pescado- y la otra cuarta parte, hidratos de carbono, por ejemplo arroz, fideos o una papa pequeña. También llamamos a consumir los platos antiguos, la cazuela, la carbonada y el charquicán", explicó.

Al finalizar, los niños firmaron una carta en la que se comprometían a incentivar a sus padres para que cocinaran platos más saludables. También dijeron que evitarían las bebidas y los jugos azucarados, además de las salchichas, los nuggets y las hamburguesas industrializadas. "Son preparaciones que no poseen valor nutritivo, tienen mucha sal y grasa", dijo López.

Mejorar la alimentación es fundamental para fortalecer la salud cardiovascular. Por eso, durante todo el Mes del Corazón -que finaliza esta semana- han sido desarrolladas diferentes actividades que tienen como foco orientar a la población sobre los hábitos que deben cambiar y mejorar. Y para esto los niños son clave. "A través de ellos se puede llegar de manera más fácil a la población adulta, para quienes es más difícil cambiar conductas", dijo López.

Población migrante

El pasado sábado los profesionales de la Seremi de Salud hicieron un conversatorio con población migrante. Con ellos también hablaron sobre alimentación. Se trabajó especialmente con personas provenientes de Haití, quienes tienden a preferir los alimentos fritos, en especial pollo y plátano. "En Haití la principal causa de muerte es el VIH, las diarreas y la tuberculosis. Esto porque no tienen agua potable y poseen malas condiciones sanitarias. Su esperanza de vida bordea los 60 años. Al migrar a nuestro país -donde la esperanza de vida es de 82 años- han cambiado sus condiciones de vida y comenzarán a adquirir las enfermedades de nuestro territorio. Prácticamente los chilenos no morimos de infecciones, sino que de enfermedades cardiovasculares. El problema es que su comida es muy grasosa y frita, por lo tanto estarán más propensos a tener este tipo de enfermedades", explicó.

Por eso se les hizo una charla, especialmente para incentivarlos a incluir las verduras y ensaladas en su dieta.

En las oficinas

Pamela López también entregó recomendaciones para quienes trabajan en oficinas. "El sedentarismo y el sobrepeso son un problema país que hay que atacar. La gente debe moverse más, subir las escaleras, evitar el auto, comer ensaladas y verduras, volver a los platos de la abuelita, las legumbres, la cazuela", destacó.

Quienes no tienen mucho tiempo para cocinar todos los días pueden hacerlo un día a la semana y dejar los alimentos congelados. "Es una buena medida y los alimentos no pierden el valor nutritivo", explicó la profesional. Pero aseguró: "Lo mejor es moverse, hacer actividad física dentro de lo que se puede".

Mujeres y prevención de infartos

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¿Saben que en Chile las enfermedades cardiovasculares matan cada año a más mujeres que todos los distintos tipos de cáncer juntos? Por ejemplo, por cada mujer que muere de un cáncer de mamas, entre 6 a 8 lo hacen por enfermedad cardiovascular.

La población parece tener muy poca conciencia de este hecho y es curioso, porque si en lugar de dejar nuestra salud en manos del azar, asumimos la responsabilidad de adoptar hábitos de vida saludable, las mujeres podemos reducir el riesgo de muerte cardiovascular en hasta un 80%. Hay factores de riesgo que no podemos modificar, como los hereditarios y la edad, pero sí podemos intervenir en una serie de otras situaciones: evitar el tabaco, tener una dieta y peso saludables, controlar nuestra presión, niveles de azúcar y colesterol, ejercitar en forma regular y controlar el estrés. El sólo hecho de caminar 30 minutos diarios a un ritmo moderado, puede disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes en un 30 a 40%.

Pero si a pesar de nuestros cuidados tenemos un infarto, desgraciadamente las diferencias de género son evidentes; las mujeres tenemos mayor mortalidad por distintas razones: consultamos en forma más tardía y tenemos frecuentemente síntomas distintos a los hombres, lo que dificulta el diagnóstico oportuno y es más difícil que una vez diagnosticadas se nos ofrezca tratamiento óptimo. En este contexto, parece importante que tomemos las riendas de nuestra propia salud y trabajemos en distintos niveles para evitar un infarto y para que una vez que ocurra, sea reconocido tanto por quien lo sufre como por parte del personal de salud.

Es común recibir en la consulta médica a hombres que acuden con el fin de conocer y controlar su riesgo de padecer un infarto, sin embargo, esta no es una práctica habitual en mujeres. Es importante que se acerquen a su médico y hagan en conjunto, un plan de prevención, diagnóstico y tratamiento precoz de los factores de riesgo.

Ana María Dussaubat

Arriagada Cardióloga