UST Valdivia

Llegar a la tercera edad es un proceso complejo y está asociado a factores sociales, que muchas veces convierten a las personas en integrantes pasivos dentro de sus hogares y comunidades, algo que ocurría menos en épocas pasadas.

Enfrentar la realidad actual implica un esfuerzo a nivel socio sanitario donde cada vez es más recurrente la necesidad de diversos tipos de atenciones, desde la cura de la enfermedad asociado clásicamente al rol del médico y la enfermera hasta los cuidados de la salud, donde los profesionales centran el foco en promocionar el bienestar y el cuidado de la salud.

Este cambio de foco es central al momento de entender que el trabajo con los adultos mayores debe comenzar paradójicamente desde la infancia, promoviendo estilos de vida saludables, exploración de intereses, lo cual disminuye las tasas de comorbilidad que son las responsables en deteriorar e impactar en la independencia de nuestros adultos mayores.

Finalmente el llamado es a poner en valor los factores protectores como una alimentación adecuada, contextualizada a la realidad nacional, el trabajo en la percepción de la actividad física, el manejo socio emocional entre pares, los cuales son claves para evitar complicaciones futuras. Si bien parecen acciones simples, cotidianas tienen tanto peso como los esquemas farmacológicos de última generación y ayudan a una disminución del gasto estatal a largo plazo en políticas sanitarias.

Rubén Soto