Claudia Muñoz David

Nuevamente Servicio País abrió sus postulaciones para que jóvenes profesionales se animen a trabajar durante un año con comunidades rurales que necesitan generar proyectos, emprender, asociarse y mejorar su calidad de vida. Esta vez se busca reclutar a los equipos que funcionarán durante 2020 y parte de 2021, por lo que la convocatoria estará abierta hasta el 31 de octubre de este año.

No se trata de un voluntariado -quienes ingresan reciben un honorario mensual bruto de 510 mil pesos- pero sí tiene el espíritu de uno de ellos, ya que los seleccionados deberán formar vínculos y comprometerse con el territorio en el que vivirán.

Carolina Momberg, directora regional de Fundación para la Superación de la Pobreza, aseguró que "trabajar en Servicio País ha cambiado la vida de los miles de profesionales que lo han hecho. Luego de pasar por el programa, la mayoría toma decisiones distintas a las que alguna vez se imaginó, tanto en lo personal como en lo profesional. Además, desarrollan un gran compromiso con el servicio público". Y agregó que el 40 por ciento de quienes han pasado por el programa se han quedado a vivir en la región donde han ejercido.

Cada año son seleccionados 300 profesionales de todo el país y de diferentes carreras. Ellos son enviados a alguna de las 90 comunas de las 16 regiones de Chile donde opera el programa. Ahí tienen la misión de conectar a las comunidades -que se encuentran en situación de pobreza o en zonas alejadas- con las redes y oportunidades públicas y privadas.

Trabajo en los ríos

Desde 2013 hasta ahora han sido 129 los profesionales que han trabajado en la región de Los Ríos por Servicio País. Y durante 2019 lo han hecho 17, uno de ellos es el fotógrafo de Talagante Jorge Concha, de 29 años. Después estudiar en el Instituto Profesional de Arte y Comunicaciones Arcos, en Santiago, se involucró en proyectos sociales. Su primera experiencia en el área fue en el Programa Quiero mi Barrio en Recoleta. "Realizamos un fotolibro sobre la memoria de la Población Chacabuco. Me gustó mucho el área social, trabajar con comunidades, realizar talleres y vincularme con profesionales de otras disciplinas. Trabajé con una diseñadora gráfica y un antropólogo", contó.

Después de esta experiencia trabajó en publicidad corporativa y en empresas, pero un día, mientras viajaba en el Metro, vio la publicidad de Servicio País. Ingresó al sitio web, conoció de qué se trataba y postuló. Era lo que él estaba buscando. "Quería ver, conocer y estar inserto en una comunidad lejana a mi casa", explicó. Logró ser seleccionado en su segundo intento, ahora vive en Lanco. "Nunca había escuchado sobre la comuna. Tuve que meterme a internet e investigar. Me di cuenta de que había harto que hacer", dijo.

Llegó en marzo de 2019, recorrió el territorio y se reunió con la arquitecta Amanda Fuentes y el antropólogo Joaquín Goya, con quienes ha trabajado con adultos mayores y colegios. Actualmente están creando un catálogo de turismo cultural rural. "Esta semana tenemos que entregarlo. Es necesario para levantar la comuna, porque está ese sentimiento de que Lanco es el pueblo de la pasada para ir a Panguipulli, pero se desconoce el potencial turístico y natural que tiene", dijo. Desarrollan esta labor gracias a un convenio con el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Las necesidades

En Los Ríos Servicio País tiene profesionales en siete comunas. En Lago Ranco trabajan en Riñinahue y en Calcurrupe; en La Unión, en Puerto Nuevo, Aldea Campesina y Villa Caupolicán; en Futrono, en Llifén y Futrono urbano; en Panguipulli, en campamentos y con agrupaciones de mujeres artesanas y emprendedoras; en Los Lagos, en Antilhue; en Corral, en San Juan y Catrilelfu y en el eje urbano de Lanco. En estos territorios se trabaja principalmente en proyectos relacionados con iniciativas turísticas rurales y de infraestructura sanitaria. Sin embargo, Carolina Momberg, directora regional de Fundación para la Superación de la Pobreza, aseguró que en los últimos años en las comunidades se han producido variaciones en los requerimientos. "Nuestra mirada de la pobreza es multidimensional, no solo involucra el tener, sino que también otras dimensiones como el ser y el hacer. Nos hemos dado cuenta de que la pobreza está bastante situada en el ser. No basta solo con ganar un sueldo mínimo si hay otras dimensiones que no puedo desplegar, como la autoestima, la autovaloración, la valoración del entorno y el reconocimiento de mis propias capacidades. Hoy las comunidades también están interesadas en desarrollar esas áreas", explicó.