Agencias
Choferes del transporte público se enfrentaron ayer con palos y piedras con manifestantes, en un intento por romper los cortes callejeros que impiden el tráfico en la segunda semana de protestas contra el presidente Evo Morales, a quien la oposición, liderada por el candidato perdedor Carlos Mesa, acusa de fraude en las elecciones presidenciales de Bolivia.
"Nosotros vivimos de la renta del día, si no trabajamos, no comemos", dijo un chofer en medio de empujones y amagues de golpes con vecinos que mantenían cortada una avenida del centro de La Paz.
Los ánimos estaban exaltados y similares choques tenían lugar en otros barrios y otras ciudades. La policía dispersó con gases lacrimógenos a los bandos rivales.
En la víspera, choques similares dejaron 40 heridos, cincode ellos de bala, en las ciudades de Cochabamba y Santa Cruz, que lleva seis días de huelga en "defensa del voto y contra el fraude electoral".
Por su parte, Morales proclamó su triunfo la víspera con una gran concentración en la vecina ciudad de El Alto. "Que demuestren dónde está al fraude", dijo el gobernante y acusó a la derecha de buscar un golpe de Estado para derrocarlo.
Su vicepresidente, Álvaro García, reiteró el martes la posición del gobierno a favor de una auditoria electoral a cargo de la Organización de Estados Americanos (OEA).
La oposición, encabezada por el expresidente Carlos Mesa, segundo en los comicios al frente de una alianza de centroderecha, ha planteado nuevas elecciones o segunda vuelta.
"El hecho más crítico es si estas históricas movilizaciones ciudadanas pueden sostenerse en el tiempo, lo que haría el país prácticamente ingobernable", dijo a The Associated Press Michael Shifter, profesor de estudios latinoamericanos en la Universidad de Georgetown.
Un corte en la trasmisión del conteo rápido que proyectaba una segunda vuelta entre Morales y Mesa al computarse el 85% de los votos y la reposición de la transmisión 24 horas después con una proyección diferente, que daba a Morales ganador en primera vuelta, desató las sospechas al cuestionado Tribunal Supremo Electoral.
La Misión de Observadores de la OEA manifestó en un informe su "sorpresa por el cambio drástico y difícil de justificar en la tendencia de los resultados preliminares... que modifica el destino de la elección y genera pérdida de confianza".
Morales venció con el 47,08% de los votos, frente al 36,51% de Mesa (2003-2005), con un margen del 0,57% para evitar una segunda vuelta. La ley electoral exige el 50% de los votos más uno o el 40% con 10 puntos de ventaja sobre el segundo para vencer en primera vuelta. Si no, hay balojate.
Carlos Mesa, dispuesto a auditoría OEA
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, invitó al opositor Carlos Mesa a sumarse a la auditoría prevista por la Organización de Estados Americanos (OEA) para despejar dudas sobre las sospechas de fraude electoral. García Linera defendió que Evo Morales ganó los comicios del pasado 20 de octubre "claramente", con una "mayoría abrumadora" sobre Mesa, a quien lo llamó "mal perdedor". Carlos Mesa respondió que está abierto a todos los caminos y a la auditoría, siempre que sea vinculante, aunque insistió en que "una nueva elección sería ideal".