Recuperar la calma
Cuando se pierde las confianza entre los seres humanos, aparecen los flagelos más dolorosos que separan a la sociedad. Eso es lo que vivimos hoy, es lo que nos esta azotando. Tuvo un principio, pero no sabemos su fin.
La gente se asusta, se preocupa cada día, porque Chile siempre ha sido un país de hermanos, unidos bajo una sola bandera y un solo suelo.
Los días avanzan y nuestras angustias no se paralizan, con todo lo que pasa. Quizás se podría escribir miles de mensajes para llamar a la cordura y también a la tolerancia, sobre todo a nuestra clase política que no aportan mucho porque usan esta desgracia para sacar solo ventajas frente al que creen su enemigo y no se dan cuenta que nunca lo han sido, solo las ideas los separan, pero el país es uno solo.
Es hora de tomar conciencia y recuperar la calma.
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista 1949@hotmail.com
Chileno- venezolana
Soy chilena, pero viví desde pequeña en Venezuela. Me eduqué allá, mi esposo e hijo son venezolanos. Ahora volvimos a Chile por la crisis que se vive ahí, pero parte de mi familia sigue en ese país.
Desde esa experiencia quiero decir que yo no quiero que renuncie Piñera, y mucho menos la creación de una Asamblea Constituyente y todavía mucho menos un cambio en la Carta Magna.
Así engañaron a Venezuela.
Por culpa de la derecha traicionera que repartía mal las riquezas, la gente votó por la izquierda y le creyó a Chávez, su oferta de mayor justicia social.
El primer paso de Chávez fue la creación de la Asamblea Nacional y la creación de una nueva Constitución, además del cambio del nombre del país.
Luego, a pesar que el país dijo que no en un referendum a la reelección indefinida de la presidencia, la metieron igual como una enmienda en la Constitución, entre muchas otras cosas. Y en 2016, cuando perdieron las elecciones en la AN, la deslegitimizaron.
Yo no estoy mintiendo si quieres busca la información, aparece hasta en Wikipedia.
Una ciudadana chileno venezolana
Desde la academia
La crisis que afecta a nuestro país no es ajena a nadie. Cada sector tiene el deber de aportar desde su conocimiento y experiencia a la reconstrucción de un Chile más justo. Desde las Ciencias y la Academia tenemos la enorme oportunidad de aportar a disminuir esas grandes brechas que existen en nuestra sociedad, basándonos en el conocimiento y la innovación, generando así, un mayor crecimiento.
Dentro de las Universidades ha nacido el diálogo genuino: estudiantes, académicos, profesionales, funcionarios, todos en miras a re-crear de manera constructiva nuestra nación. Emociona ver cómo los jóvenes nos muestran un camino, y en ese sentido, tenemos la imperiosa tarea de llevar el conocimiento a los colegios, a la calle, a las necesidades de las personas; desarrollar y aplicar ciencia en nuestro país, para el país y con el país.
Como académicas, investigadoras y mujeres, estamos trabajando, reflexionando y debatiendo con la idea de generar insumos que estén al servicio de dicha reconstrucción. Desde nuestros hogares, en el seno de la familia y en nuestros círculos de amistades, discutimos sobre la contingencia nacional, siempre respetando y sensibilizando. El nuevo Chile es tarea de todos.
Dra. Angara Zambrano Directora Relaciones Nacionales Dra. Maite Castro Dir. Relaciones Internacionales Universidad Austral de Chile
Respeto a los DD.HH
Quisiera destacar las declaraciones de Carlos Margotta en torno a las vulneraciones a los DDHH durante el "estado de excepción". En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile (27/10/19), el presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos (CCDH) señaló: "nos parece que la situación es más grave de lo que se ha podido conocer (…)". El limitado personal del INDH no habría dado abasto con la situación excepcional que vivimos, alertando Margotta que existiría una verdadera "cifra negra" paralela a los datos oficializados.
Cabe señalar que el "estado de emergencia" sigue siendo objeto de discusión en su apego a la legalidad y constitución. En los hechos se coartaron considerablemente nuestras libertades democráticas, constituyéndose un estado de sitio "de facto" según ha señalado el abogado Jaime Bassa.
(...) Se habría hecho en ese sentido el uso de un toque de queda "represivo", lo que habría devenido en que se trataran actos de desobediencia civil como "actos de guerra", y a los civiles como "enemigos". Esto es grave. En ese sentido Margotta sostuvo que "la formación que se les entrega a las Fuerzas Armadas es la misma que se les impartía en dictadura, aquella de la Doctrina de la Seguridad Nacional y del enemigo interno", por lo cual hizo un llamado "a que se cambie aquella herencia de Pinochet y que se haga énfasis en que los uniformados deben defender y garantizar la democracia y el respeto a los derechos humanos" .
(...)Además, es preciso que ningún hecho denunciado quede en la impunidad.
Juan Navarrete Espinoza Licenciado en Historia Uach