Redacción
Al cumplirse el plazo que dio la oposición al presidente Evo Morales para que renunciara, en medio del conflicto político por un posible fraude en las elecciones que ganó el mandatarioboliviano, el líder opositor Luis Fernando Camacho intentó ayer llegar a La Paz para entregarle directamente una carta al jefe de Estado para que firmara su dimisión.
Seguidores de Morales se parapetaron en el aeropuerto El Alto de La Paz e impidieron, con machetes y garrotes, que Camacho saliera. Un vuelo contratado por las autoridades regresó al líder opositor a Santa Cruz, "para resguardar su seguridad", dijo el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
Camacho, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, convocó el lunes en la noche a una concentración con miles de manifestantes opositores en las calles, llamó a radicalizar las protestas para forzar la salida de Morales del poder y anunció que iría a entregarle la carta. El sábado, había dado un ultimátum al gobernante para que renunciara, tras la muerte de dos manifestantes opositores en Santa Cruz, pero ayer la turba se lo impidió en el aeropuerto.
Morales calificó la acción opositora como un intento de golpe de Estado.
Una comisión técnica de la Organización de Estados Americanos (OEA) realiza una auditoria electoral a pedido del Gobierno y se esperan resultados para la próxima semana. En el primer comunicado desde que estalló la crisis, las Fuerzas Armadas anunciaron la víspera que "velarán por el mantenimiento de la democracia, la unidad del pueblo" y exhortaron al cese de la violencia. En el texto, sin embargo, no se menciona el nombre de Morales o un respaldo explícito al mandatario. El comunicado se conoce en medio de denuncias contra el Gobierno de estar "comprando lealtades" de militares y policías a cambio de "bonos". Uno de quienes ha dicho que eso ocurre es el diputado opositor Wilson Santa María.
Santa Cruz, en el oriente, es la ciudad más poblada, motor agroindustrial del país y bastión de la oposición a Morales. La región vive 14 días de paro tras las polémicas elecciones presidenciales del 20 de octubre que dieron la ventaja a Morales en primera vuelta.
Los partidos políticos de oposición y miembros de un creciente movimiento ciudadano, al que pertenece Camacho, rechazan ese resultado alegando que el mandatario cometió fraude para reelegirse a un cuarto mandato. El país vive una agitación social tras los comicios del 20 de octubre.
La oposición y los movimientos cívicos no reconocen el resultado, luego de que un cómputo parcial pasara de prever un balotaje entre Morales y Carlos Mesa, a asegurar un triunfo en primera vuelta del mandatario.
El efecto desastroso en la economía
Junto con dos personas muertas, cientos de heridos, bloqueos de carreteras, saqueos en el comercio y violentos choques entre partidarios y opositores a Evo Morales, la crisis desatada tras el conteo de votos ha provocado un perjuicio económico enorme a Bolivia. "Hemos estimado que en estos 14 días el país ha perdido 167 millones de dólares", dijo a la prensa el ministro de Economía, Luis Arce. Las pérdidas diarias, estima el Gobierno, son doce millones de dólares. El ministro Arce dijo que además habrá un fuerte impacto en el crecimiento.