Al Vuelo

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Lo que fue un banco para que un caminante cansado recuperara energías, terminó sobre la calzada de calle Yungay, tal como ha ocurrido con las piedras ornamentales del bandejón central de Carampangue. Lo que inquieta es saber es qué pasa por la cabeza de los autores de estos destrozos. ¿Acaso esperan que alguien no vea el peligro y choque?