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Académicos explican las diferencias entre asamblea y congreso constituyente

ANÁLISIS. Profesores de Derecho de la UACh y la USS exponen cómo sería el proceso de generar una nueva Constitución desde el Congreso, como se planteó desde el gobierno. Pero advierten sobre los cuestionamientos hacia la clase política.
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Oscar Gallardo Ríos

Luego de una reunión sostenida por el Presidente Sebastián Piñera junto a líderes del oficialismo, el ministro del Interior Gonzalo Blumel anunció el acuerdo de avanzar hacia una nueva Constitución y señaló que "el mejor camino, la mejor fórmula, es trabajar sobre la base de un congreso constituyente que cuente con amplia participación de la ciudadanía" (ver página 10).

En ese contexto es que dos destacados académicos que se desempeñan en diferentes universidades con sede en Valdivia explicaron las diferencias entre el proceso planteado por el gobierno y la asamblea constituyente.

El abogado y profesor de derecho de la Universidad Austral de Chile, Cristóbal Balbontín, explicó que "la asamblea viene de un término que es omnicomprensivo, por decirlo así, que significa reunir. Apunta al conjunto de la ciudadanía, con todos sus sectores, con todas sus particularidades, reunidas en una instancia deliberativa que busca ser lo más inclusiva posible en su acepción. A eso corresponde la expresión asamblea, que significa etimológicamente reunión".

"Dentro del diseño de las asambleas constituyentes hay distintas maneras de definir su composición, por lo tanto la manera como se diseñe la representación, los distritos y la forma en que se van a representar los distintos sectores de la población va a ser determinante para que sea lo más comprensiva posible de la sociedad chilena con todas sus diferencias, particularidades, y singularidades", agregó.

Con respecto al congreso constituyente señaló que "en la expresión congreso, en cambio, es una expresión más formal y que tiene una lógica de representación que en principio es más restringida".

"El congreso constituyente implica que el Congreso Nacional, donde está depositado actualmente el poder constituyente derivado conjuntamente con el Presidente de la República, designa un grupo de representantes para llevar adelante la redacción de una nueva Constitución. Esto porque en principio el Congreso tendría una legitimidad otorgada por la actual Constitución, que lo refiere como depositario del poder constituyente derivado junto al Presidente", complementó.

En esa línea el profesional profundizó que "cuando la ciudadanía se moviliza a través del concepto de asamblea constituyente, apunta a un cuerpo que sea lo más abierto a la participación del conjunto de la sociedad. Sin embargo, hay que hacer esta precisión, la asamblea constituyente es igualmente un cuerpo representativo. No es un ejercicio de democracia participativa, ya que no es el pueblo en su conjunto deliberando sobre su destino, sino que el pueblo concurre a elegir comisionados o delegados que los representen en esta instancia de deliberación".

"En definitiva, es un mecanismo de democracia representativa, y eso hay que decirlo con claridad para no generar expectativas erróneas, ni una comprensión que no es correcta de la realidad. Hay que ser sinceros y honestos en este punto", añadió.

¿Se puede generar un punto medio entre asamblea y congreso constituyente? El académico de la UACh sostiene que "la dificultad es que en nuestra actual Constitución el Congreso ya es el poder constituyente derivado conjuntamente con el Presidente de la República. Sin embargo, sobre los representantes en el Congreso que son los senadores y diputados, ya pesa una crisis de legitimidad, y una parte de la reforma tiene que ver con un malestar frente a los representantes y ciertas lógicas que existen actualmente como la reelección continua en sus cargos".

Y prosiguió: ¨Por lo tanto, la asamblea constituyente apunta a que los comisionados sean personas distintas a los congresistas, de tal manera incluso, de que pudiesen existir inhabilidades de los senadores y diputados para ser delegados en la asamblea constituyente, y al mismo tiempo, hay quienes plantean una inhabilidad de los delegados de la asamblea constituyente, para ser miembros del Congreso u optar a cargos de elección popular culminada la asamblea constituyente".

"Lo que se busca en definitiva es que la asamblea constituyente represente la sensibilidad del conjunto de la población, lo que conduzca a una carta fundamental que no sea solamente reflejo de un sector sino que sea supramayoritaria", agregó el profesor.

Académico uss

El abogado y profesor de derecho constitucional de la Universidad San Sebastián sede Valdivia, Jorge Vives, explicó también las diferencias existentes entre asamblea y congreso constituyente, y de paso también analizó los pro y contra de cada proceso según su visión.

"Cuando uno piensa en el congreso constituyente no estamos pensando en algo nuevo. La potestad para modificar la Constitución la tiene el Congreso y la ha tenido desde siempre. Los proyectos de reforma puede enviarlos tanto el Presidente de la República como los propios diputados y senadores, pero en definitiva tiene que discutirse en el Congreso alcanzando los quórum que la Constitución exige", señaló.

Y continuó: "Un segundo escenario es el de la asamblea constituyente, que también pasa por el Congreso porque hoy no está contemplada como alternativa para redactar una nueva constitución ni para modificarla. Por lo tanto, lo que habría que hacer primero es modificar el capítulo sobre reforma constitucional, estableciendo para esta vez la elección de una asamblea constituyente. Ésta debe elegirse a través de una elección ciudadana igualitaria. Ahora, en esta materia nunca se parte de cero, porque en el fondo tenemos que sujetarnos a las normas de reforma que hoy día existen, que a lo mejor hay que modificarlas para permitir la asamblea constituyente".

Sobre la factibilidad de un congreso constituyente, el ex intendente de la antigua región de Los Lagos expresó que "el actual Congreso está muy cuestionado, y en ese contexto quizás el mejor escenario no es que este Congreso haga la reforma. Yo creo que hay dos alternativas posibles. Una es que el propio Congreso, en virtud de una reforma constitucional, ponga fin a su mandato y se elija uno nuevo, por ejemplo en marzo del próximo año. Con eso haces un reconcurso general, y serán los ciudadanos quienes elijan a los nuevos diputados y senadores".

"El otro camino es la elección de una asamblea constituyente por medio de candidaturas que presenten los ciudadanos. Aquí lo que no puede haber es representación corporativa, porque eso es fascismo", complementó.

El académico además expresó que "me gusta más la fórmula de una asamblea constituyente elegida por elección universal, porque eso permitiría que sus integrantes pudiesen abocarse al estudio de una nueva Constitución, pero permitiría también al Congreso seguir cumpliendo con su tarea de legislar. Si uno revisa el listado de demandas sociales, te vas a encontrar con que un porcentaje significativo de ellas no requiere ninguna reforma constitucional y podrían hacerse hoy día".

"Limita la participación de la ciudadanía"

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El académico de la UACh, Cristóbal Balbontín, sostuvo que "la actual carta fundamental limita fuertemente la participación de la ciudadanía en la democracia. El artículo 15 limita el ejercicio de la soberanía popular, a los plebiscitos y elecciones previstas por la Constitución. Entonces, se facilitan ciertos mecanismos de democracia representativa, pero está muy limitada en facilitar la participación de la ciudadanía en decidir el destino de nuestra vida en común. Lo que se busca es una carta fundamental que goce de mayor legitimidad democrática y que facilite la participación de la ciudadanía en política".