"Me alegra que cada día más mujeres practiquen tenis de mesa en Valdivia"
CON TRIUNFOS. En su primer torneo internacional de jugadores máster logró la victoria en 4 categorías, siendo la más laureada de la competencia.
Yasna Santibáñez vive un gran momento en su carrera deportiva. Logró cuatro primeros lugares en el último Campeonato Latinoamericano de Tenis de Mesa Máster realizado hace una semana en Cuba y regresó con medallas, aunque era su primera competencia internacional en categoría master.
Está contenta y espera transmitir su experiencia a los más jóvenes, a través de su trabajo en diversas instituciones y colegios.
Nacida en Temuco el 10 de diciembre de 1984, Santibáñez llegó a la capital de Los Ríos a comienzos del año 2011 por motivaciones personales y por estudios. Se tituló como docente de Educación Física en 2015 (UACh) y este año cursó un magíster en alta dirección y gestión de instituciones educacionales (USS).
Ha pasado casi una década en Valdivia y no quiere cambiar de ciudad. "Hoy no pienso en irme de acá por muchos motivos, en eso está mi familia, la tranquilidad, el estilo de vida y el lugar. No hay otra ciudad como esta y tendría que pasar algo muy raro o fuera de lo común para irme".
Tenis de mesa
Apasionada al tenis de mesa desde muy pequeña, comenzó a dedicarse de lleno a la disciplina a los 14 años, logrando desde entonces varios títulos y reconocimientos a nivel nacional e internacional, aunque afirma que con más apoyo su carrera pudo ser mejor.
"Me faltó un orientador o entrenador personal. Cuando era juvenil perdí muchas oportunidades por no saber qué hacer. En rigor estaba sola, independientemente que tuviera a compañeros de entrenamiento. En ese sentido siento que di mucha ventaja en aquella época. Por ejemplo durante el verano me iba a vacacionar sin saber que durante esa época se realizaban una gran cantidad de torneos en todo el país, entonces mientras mis compañeras jugaban y entrenaban, yo estaba muy relajada.Además, por no tener a alguien que me ayudara en mi carrera perdí muchas becas e implementos que nunca me enteré que había ganado. Hoy me doy cuenta que todo hubiera sido distinto, pero de todas maneras no me arrepiento de nada".
¿Hoy tienes ese tipo de apoyo?
-La vida me ha enseñado a desenvolverme sola y arreglármelas por mi cuenta, tanto en lo laboral, académico, personal y también en lo deportivo. De todas maneras siento que es muy poco el apoyo para este deporte en la región. Claro, para afuera se ven que se realizan varios torneos, pero no se ve un real interés de las autoridades en el desarrollo de los chicos ya que no hay seguimiento, o sea si no te va bien en un Nacional olvídate de postular a algún proyecto. En lo personal me gustaría que eso cambiara, sobre todo por las generaciones que vienen.
¿Y el apoyo familiar?
-Ese ha sido incondicional. Desde que comencé en esto cuando era muy pequeña y hasta el día de hoy, he sido afortunada del apoyo familiar, especialmente el de mis padres, abuelos, el del padre de mi hija María Gracia, y el de ella también, quien es el mayor estímulo que tengo en mi vida.
¿Crees que el tenis de mesa es respetado a nivel nacional?
-Siento que esta disciplina es muy poco valorada en el país, especialmente por el poco conocimiento que se tiene o se maneja. El tenis de mesa es un deporte muy complejo que va mucho más allá de golpear la pelota y pasar la malla, hay toda una historia por detrás que es necesario conocer y múltiples formas de jugarlo de manera recreativa y obviamente competitiva, pero la mayoría no lo sabe. Eso también va de la mano a que gran parte de los profesores que enseñan tenis de mesa no se sigue perfeccionando y cree saberlo todo. Hay mucha soberbia en las personas que enseñan esta disciplina, lo que lamentablemente se va transfiriendo a los más jóvenes.
¿Crees que es igual acá en Valdivia?
-De todas maneras, aunque sería injusto decir que todos son o han sido así. Desde que llegué a la ciudad y comencé a ligarme al tenis de mesa sentí esa presión de ser observada y criticada por personas que no conocía. Para empezar, en esa época la gran mayoría de las mujeres en Valdivia sólo jugaban tenis de mesa hasta juveniles y desde esa categoría hacia arriba todo era dominado por hombres. En esa línea creo entender su incomodidad por tenerme cerca, pero aún así me hicieron replantear muchas veces el no querer continuar.
Desde tu experiencia, ¿esta situación ha cambiado en Valdivia?
-La relación ha mejorado con muchas personas, pero siguen pasando algunas situaciones muy incómodas que son impropias de profesores que trabajan con niños. Con el tiempo me he dado cuenta que en cualquier deporte el machismo sigue dominando, independientemente de la reivindicación feminista. Al hombre no le gusta que una mujer llegue o intente invadir sus puestos.
¿Crees que ese es un problema nacional?
- Sería injusto decir que es nacional, porque esto lo he vivido sólo en Valdivia. Si te das cuenta, en la ciudad no hay entrenadoras de tenis de mesa y estoy segura que no es porque no haya talento, porque conozco a unas muy buenas. Pero confío que con el tiempo esto debe de cambiar y eso se nota con la cantidad de mujeres que hoy en día comenzaron a practicar deportes y Valdivia no es la excepción. En lo personal he visto a muchas niñas realizando deportes de contacto y de muy buena manera, lo que hace unos 20 años era casi un pecado, eso demuestra que de a poco se viene un gran cambio y espero que el tenis de mesa también esté incluido en esto.
¿Se considera un ejemplo para las niñas que entrena?
-Yo no me mentalizo con ser un ejemplo, aunque sí trato de ser lo más profesional y humana posible para que mis chicos y chicas puedan confiar en mí. De todas maneras me ha pasado en varias ocasiones que varias niñas han ido a campeonatos con mi peinado típico o con mi vestimenta, e incluso intentan imitar mis golpes y mis movimientos al jugar.
Eso me llena de orgullo, porque independientemente que no pretenda ser un ejemplo, me da mucha alegría que ellas se vean reflejadas en mí.
¿La región en estos momentos está en un buen nivel en tenis de mesa?
-Creo que existen muy buenos jugadores que han destacado a nivel nacional, los que llevándolos de buena manera podrían llegar muy lejos.
Aún estamos en desiguales condiciones en comparación con otras regiones por infraestructura y apoyo económico, pero esas brechas han ido acortándose.