Sin duda que el deporte en Chile, siempre ha sufrido prostergaciones, como también rebajas presupuestarias en el caso de la ocurrencia de catástrofes, situaciones de emergencias o simplemente se reutilizan sus recursos para cubrir otras necesidades.
Esta situación ocurre por para el Estado, el deporte es una cuestión subsidiaria. El Estado intervendrá siempre y cuando los privados no puedan o no quieran intervenir.
Recordemos que la actual Ley del Deporte señala que el Estado promoverá las actividades por medio de la prestación de servicios de fomentos deportivo y la asignación de recursos presupuestarios.
Pero como ello no ocurre, una de las soluciones está en integrar el derecho al deporte como un deber del Estado y que éste no siga teniendo solaente ese rol de promover el deporte.
Es necesario que se generen instancias de participación en donde el mundo deportivo sea el que formule nuevos programas deportivos (cabildos), que se aumente el presupuesto deportivo, tanto para infraestructura, como también para el desarrollo integral de deportistas.
También es una prioridad fortalecer el rol de los clubes, organizaciones comunitarias y establecimientos educacionales, pues ellos son la base de la pirámide deportiva.
Tendremos que entender que existen pilares fundamentales en nuestra sociedad, que son la salud y la educación. En ambos pilares, el deporte cumple un rol fundamental. En la salud, el deporte constituye un soporte en el desempeño físico, mental y social. Debemos generar programas de autocuidado, que deben ser acordes para cada edad, para que evitemos problemas como sobrepeso, obesidad, sedentarismo, como también otros problemas que se generan en la población adulta por falta de actividad física.
A nuestra educación le corresponde desarrollar programas que posibiliten a los niños, adolescentes y jóvenes adquirir habilidades que les permitan optar por un estilo de vida saludable, el consumo de alimentos saludables de manera cotidiana y adecuada. Además, el fortalecimientode las escuelas y clubes deportivos merece la atención del Estado, porque su contribución no es solo al desarrollo físico, sino que desarrolla a las personas en otras cualidades esenciales para estableer relaciones interpersonales, de convivencia, comunicación e integración social.