En la inflexión que está nuestro país, prevalece la necesidad urgente de respuestas contundentes a las injusticias acumuladas por el modelo de país que hemos venido sosteniendo durante los 30 años de democracia. Pero además, hoy se agrega un ingrediente complejo como es el de la convivencia entre ciudadanos.
Por un lado, las masivas, justas y necesarias marchas ciudadanas que en paz han reclamado sus derechos ante un Estado y autoridades que no hemos sabido responder con prontitud y eficacia a este maltrato acumulado, y por otro tenemos la creciente participación-de jóvenes- en grupos violentos que se han preocupado de destruir, saquear y dañar la imegen país, el patrimonio público, los emprendimientos de micro y pequeños empresarios que ya han creado temor generalizado a perder el empleo, o en un más complejo escenario de enfrentamiento entre chilenos. Este último es lo que jamás podría ocurrir en nuestro país y debemos evitar a toda costa.
Así, hay una pregunta que muchos nos estamos comenzando a hacer ¿Cuántos cientos y miles de empleos se van a perder antes de fin de año por el quiebre de micro y pequeñas empresas, o porque la actual actividad económica ralentizada comienza a paralizarse en nuestras ciudades por el temor de ser saqueados? No sabemos cuál va a hacer el alcance de las manifestaciones violentas frente a la necesidad de los comerciantes de mantener su actividad; recordemos que su único capital es la caja de la venta diaria al no haber un respaldo de bienes que permitan mantener el negocio.
Veo con temor que, si no somos capaces de responder con contundencia política a las demandas sociales, en términos de dar respuestas importantes y no cosméticas en materias de salud pública, de lograr acuerdos sólidos en pensiones y alcanzar un sueldo digno para miles de compatriotas que hoy no pueden vivir con el salario mínimo; no podremos lograr la paz social y la búsqueda de un nuevo Chile que necesita entenderse sin violencia.
Tenemos que dar respuestas a la incertidumbre sobre el futuro que comienza a preocupar de Arica a Magallanes y especialmente a como evitamos que continúen actos vandálicos que están paralizando la pequeña y mayoritaria economía.
En la mayoría de nuestras ciudades, muchos comienzan a tener temor por perder el empleo y esto nos obliga a insistir en que si las autoridades estamos trabajando para buscar soluciones no puede seguir habiendo espacios para el desencuentro, la violencia y los saqueos… y ello es responsabilidad de todos!!!
Iván Flores García Presidente de la Cámara de Diputados