Investigan compuestos de algas que podrían controlar la glicemia
ESTUDIO. Científicos de la Universidad Austral de Chile han descubierto que el cochayuyo tiene un gran potencial. El objetivo es determinar si con él se puede elaborar algún ingrediente que pueda ser agregado a alimentos ricos en almidón.
Uno de cada diez chilenos mayores de 15 años tiene diabetes del tipo 2 y si la tendencia continúa como hasta ahora, se estima que para 2035 la cantidad de personas con esta enfermedad crónica aumentaría en un 60 por ciento. Ante estas cifras, profesionales de diversas disciplinas están trabajando para buscar formas de disminuir su prevalencia en el país. Y un área que tiene mucho que aportar en la materia es la alimentación.
En 2017, un grupo de científicos de la Universidad Austral de Chile comenzó a desarrollar un proyecto Fondecyt destinado a buscar entre las algas presentes en la región de Los Ríos, aquellas que contienen compuestos que ayuden a controlar la glicemia, es decir, la cantidad de glucosa -azúcar- en la sangre.
La meta es detectarlas y con ellas crear ingredientes que ayuden a bajar la glicemia, los que luego puedan ser incorporados en los alimentos.
El líder de esta investigación es el director de la Escuela de Ingeniería en Alimentos de la Universidad Austral de Chile y académico del Icytal, Javier Parada, quien durante años se ha dedicado a indagar las propiedades de los alimentos y su relación con la respuesta glicémica. "Este tema es importante, porque la diabetes y las enfermedades crónicas no transmisibles son muy comunes en nuestra sociedad", expresó el experto.
¿Por qué decidieron estudiar algas? Explicó que "ya se sabe que hay algas que tienen compuestos bioactivos. De hecho, se sabe que las algas pardas tienen un compuesto que baja la glicemia. Sin embargo, queríamos ir un poco más allá". Su objetivo es detectar en ellas compuestos que inhiban enzimas digestivas específicas.
"Al comer los alimentos, las enzimas los digieren en el tracto intestinal y eso es absorbido. Uno de los mecanismos usados para bajar la glicemia es lograr que baje la digestión, es decir, que no se digiera tanto o tan rápido. Eso se logra inhibiendo enzimas. Hay medicamentos que lo hacen, pero inhiben todas las enzimas. Esto produce problemas, como dolores estomacales o flatulencias. Nosotros estamos trabajando para ver qué algas inhiben la digestión, pero de una forma selectiva, más específica", argumentó.
El trabajo
Para desarrollar el estudio fueron seleccionadas seis algas. Se usó cochayuyo, gelillo, palo huiro, chascuo, luga cuchara y luche. A ellas se le hicieron diversos análisis, por ejemplo pruebas de digestión in vitro y estudios de cromatografía, además de estudios sobre toxicidad. Dichos análisis fueron realizados en laboratorios del Icytal de la Facultad de Ciencias Agrarias, que cuenta con equipos de alto nivel adquiridos con éste y otros proyectos ejecutados.
Las algas utilizadas fueron facilitadas por el Sindicato de Pescadores Indígenas de Palo Muerto, pertenecientes a la Federación de Pescadores Artesanales de Corral (Fepacor).
Resultados
El alga que mejores resultados arrojó fue el cochayuyo. "Es un alga parda, que se sabía que inhibiría enzimas. Lo bueno fue que se comprobó que lo hace, pero además selectivamente. Esto es muy interesante, pero ahora hay que probarlo en animales y personas", dijo.
Explicó que cuando la investigación termine se podrá conocer en forma concreta si existe potencial para crear un ingrediente que pueda ser añadido a los alimentos. "Para eso se necesitaría de una segunda etapa, porque se requiere estudiar cómo incorporar el ingrediente a los alimentos, además de los procesos de cocción y almacenamiento que se requerirán. Al someterlos a distintos procesos, los ingredientes se podrían volver inestables o dar propiedades no deseadas a los alimentos, por ejemplo, sabores desagradables. Se tienen que conocer, además, las concentraciones efectivas que se deben agregar para que cause los efectos positivos que deseamos", dijo el investigador.
Productos
En etapas posteriores se podría generar un producto. "Lo que estamos haciendo no terminará en una pastilla, sino que como un alimento. Los ingredientes diseñados deberían terminar siendo incorporados en alimentos a base de almidón, como las harinas. El consumo de almidón en Chile es gigante, estamos hablando del pan, del arroz, los fideos. Cuando los comes bien cocidos tienen un efecto en la sangre, similar al que se tiene al comer azúcar. Es como comer glucosa pura, porque es fácil de digerir", detalló Parada.
También se podrían generar nutracéuticos, que son suplementos alimenticios.
Esta es solo una de las propiedades que tendrían las algas, ya que también pueden tener agentes antihipertensivos o antimicrobianos. "Estamos postulando a proyectos para seguir esas líneas, además se puede realizar el traspaso de la tecnología. Lo importante es lograr las fuentes de financiamiento", dijo.