Invitan a visitar el Museo de Sitio Castillo de Niebla este verano
TURISMO. El museo regional más popular del país posee interesantes historias, las que pueden ser descubiertas tanto por valdivianos como por turistas, en un horario más extendido.
En 2018 el Museo de Sitio Castillo de Niebla fue el museo regional más visitado en Chile. Más de 300 mil personas recorrieron sus pasarelas, se tomaron selfies en alguno de sus doce miradores o conocieron la historia de las fortificaciones de la costa valdiviana con la ayuda de alguno de sus seis guías.
Ahora se está a la espera de conocer las cifras de 2019 y -como cada semana desde su reapertura en 2015, después de una remodelación que duró dos años- el monumento se encuentra abierto de martes a domingo, de 10 de la mañana a 7 de la tarde, para que los turistas lo puedan recorrer. Los lunes permanece cerrado por ser el día de la limpieza.
¿Qué hay que saber sobre el lugar? Primero, que su actual nombre completo es Museo de Sitio Castillo de Niebla de la Pura y Limpia Concepción de Monforte de Lemos y que fue construido en 1671 para proteger a Valdivia de diversas amenazas. La ciudad ya había sido destruida por los indígenas en 1599 y casi tomada por una expedición holandesa en 1643. Con la edificación de este castillo, integrado a un sistema fortificado más complejo, se podía proteger al territorio de los peligros que se acercaban principalmente desde el mar.
Segundo, que ingresar al sitio es gratis, ya que el monumento depende de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos del Ministerio de Educación. Y tercero, que quienes quieran disfrutar tranquilamente de sus dos hectáreas de extensión, caminar por todas sus pasarelas, leer sus paneles informativos y conocer los datos de su sala de exposiciones deben disponer de, por lo menos, una hora y media.
Al Ingresar
Se ingresa al castillo desde la Plaza de Niebla y lo primero que se puede ver e gran muro de defensa y el foso externo. Antes, en esa zona había estacionamientos, pero con la última remodelación del museo ese sector recuperó su valor.
El foso en torno a los muros era esencial para una fortaleza. En Niebla fue construido por mano de obra presidiaria, principalmente por afrodescendientes y mestizos. Ellos tallaron la roca cancagua y removieron casi 30 mil metros cúbicos de piedra. La obra fue planeada por el ingeniero Juan Garland. Este tallado convierte al Castillo de Niebla en una obra única de la arquitectura militar española en América, es el atributo diferenciador del sitio.
En el ingreso, los turistas también se pueden encontrar con alguno de los guías, quienes están caracterizados. Ellos les pueden contar detalles sobre el sitio, su historia y el cuidado del patrimonio, por un aporte voluntario.
Los miradores
El sitio posee doce miradores. Desde el mirador Pacífico se pueden ver, por ejemplo, los vestigios de un antiguo muelle que habría unido la Punta de Niebla con El Piojo. También se tiene una vista panorámica desde San Ignacio, pasando por la Bahía de Corral, Mancera y Carboneros.
El mirador de los Cuatro Vientos se encuentra en un lugar donde antiguamente había un puente levadizo. Hoy, desde ese sector, el visitante tiene una visión privilegiada en 360°.
Desde el mirador Cisterna se puede ver el depósito usado para almacenar agua. Desde el mirador Escalera Tallada se ve una añosa escalera que actualmente se encuentra en desuso para protegerla del deterioro. Luego, se encuentra el mirador Patio de Armas y el del Faro. Este último permite apreciar un faro en funcionamiento, blanco y rojo, que a principios de este siglo reemplazó a otro más antiguo. Se sabe que fue construido en 1900 y proviene del litoral central.
Siguen el mirador de la Batería, el de los Hornos y Polvorín Auxiliar, el de los Cañones, el del Patio de Armas Sur, el de los Vestigios Originales y el del Muro Sur y Ojo de Agua.
Todo está unido por un sistema de pasarelas inauguradas en 2015. Gracias a ellas, el monumento es protegido del deterioro que generan las pisadas de sus visitantes.
La batería
La batería posee 14 cañones, siete originales y siete réplicas. Es el lugar favorito de los fanáticos de la fotografía. El lugar donde se ubica la batería fue rebajado por el ingeniero Juan Garland para que los tiros de los cañones fueran más efectivos en caso de batalla. En esa zona también hay dos hornos y un polvorín auxiliar. Los hornos fueron construidos para calentar las balas al rojo vivo. Bajo la batería hay un gran socavón, de al menos cuatro. Para evitar accidentes no se puede acceder hasta ese lugar desde el año 2005.
Otras zonas de interés
Al seguir caminando, los visitantes pueden encontrarse con una zona donde había una herrería y se fundían los metales; los vestigios de un almacén donde se conservaban víveres, provisiones, herramientas, armas y municiones; de la casa del capellán, donde se alojaba el sacerdote; la capilla y la casa del castellano, que hoy es una sala de exhibiciones. Este lugar servía como alojamiento de oficiales, armería y almacén. Fue reconstruido en 1992 gracias a un aporte de la Comisión Quinto Centenario del gobierno español.
Más historia
Dentro de la Casa del Castellano, lugar que también se convierte en un refugio durante los días de lluvia, hay láminas con información sobre las navegaciones europeas de exploración, las características de los pueblos originarios; planos, mapas, grabados y litografías; una maqueta de gran tamaño de la Bahía de Corral y temas de la vida en la colonia, el clima, la relación con los pueblos originarios y los territorios aledaños.
Muro de garland
Otro lugar interesante es el Muro de Garland. Durante su historia, el sitio ha sido reconstruido en tres ocasiones, una de ellas, después del terremoto de 1960. Pero ese muro añoso aún se mantiene y en él se puede ver cómo habría sido la estructura original.