El inicio de un nuevo año es un buen momento para realizar las evaluaciones del período finalizado y comenzar a trabajar en los desafíos que nos presenta esta nueva etapa.
En ese sentido, la acreditación académica es sin lugar a dudas una de las dimensiones más importante en la labor de una institución de educación superior, ya que este proceso representa una valiosa oportunidad para que un plantel demuestre ante la comunidad su calidad educacional y compromiso con la comunidad.
Desde dicha perspectiva, es fundamental señalar que la acreditación genera una cultura de mejora continua, autoevaluación y autorregulación a nivel institucional, fortaleciendo planes y programas, así como los modelos de gestión. A partir de esto tendremos una comunidad cohesionada y comprometida con los esfuerzos de autoevaluación que se originan a nivel institucional.
Otras virtudes de este proceso son que resulta una excelente ocasión para compartir los objetivos con el cuerpo académico; la inclusión de las necesidades del mercado laboral en los programas de estudio; e incorporación de nuevas tecnologías en la gestión de indicadores a evaluar, por medio de sistemas que almacenan datos, para controlar y gestionar procesos esenciales. Así también, la acreditación es una ocasión para reflexionar críticamente acerca de los procesos de regulación de calidad y abrirnos a nuevas posibilidades de desarrollo institucional.
Este 2020, en el caso de Santo Tomás, tiene el desafío de volver a acreditar el Instituto Profesional y la universidad, y para ello estamos trabajando intensamente con el objetivo siempre puesto en entregar formación de calidad a los miles de jóvenes y sus familias, los que cada año eligen a nuestra institución como su "alma mater".
Además, como casa de estudios contamos con una valiosa experiencia en este ámbito, la que nos ha permitido en 2019 lograr que nuestro Centro de Formación Técnica Santo Tomás obtenga una nueva acreditación y por un período de cinco años. Este es un reconocimiento al compromiso permanente de nuestra comunidad educativa, compuesta por funcionarios, docentes, directivos, redes de apoyo, centros de práctica y estudiantes, que han entendido que este proceso es una oportunidad para demostrar las fortalezas de este proyecto educativo.
Laura Bertolotto Rectora Santo Tomás