Ingreso a la Universidad
En estos días, los más de 290.000 estudiantes que rindieron la PSU, se vieron expuestos y "amenazados" a la única evaluación de ingreso a las universidades que posee nuestro país. Al estrés que ya venían sosteniendo, luego de las dos suspensiones de la prueba, suman las protestas.
Quizás, el miedo por cambiar los paradigmas de la evaluación en Chile, se siguen manteniendo, donde lo que siempre consideraremos por valedero, son aquellos instrumentos estandarizados que terminan arrojando un determinado puntaje, sin contemplar otro tipo de factores como: el desempeño en la enseñanza media, las actitudes individuales, la capacidad reflexiva, el trabajo en equipo y el saber resolver los problemas diarios de la vida. Probablemente, esto se aleje de un instrumento como la PSU, donde la intención principal es evaluar aquellos saberes que el estudiante posee, luego de haber transitado por cuatro años por la educación media.
Es tiempo que nuestro país avance respecto de sistemas de evaluación nacional como lo es la PSU. ¿Por qué no podemos tomar en cuenta a través de una entrevista de intereses vocacionales y algún examen propio de la carrera que el estudiante elija para ingresar al sistema universitario de nuestro país?, ¿Por qué no valoramos las notas de enseñanza media en una mayor ponderación? Pues bien, estas son decisiones que probablemente deberá tomar la nueva subsecretaría de educación superior, quienes desde el año 2020 se harán cargo de la administración de la PSU, y ya no el Demre como lo venía haciendo hasta ahora.
El paradigma en la adquisición de conocimientos cambió hace años y Chile debe comenzar a atreverse por creer en los talentos y competencias de sus estudiantes, a partir de otras formas de evaluación.
Por ahora, solo nos queda esperar la decisión que se adopte en un mediano plazo, y donde ningún estudiante se quede privado por acceder a la carrera que siempre anheló.
Carlos Guajardo Acad. Fac.Educación, U.CentralSalvar proceso de admisión
Los eventos acaecidos y que han afectado la rendición normal de la PSU interpelan nuestra convivencia democrática, se trata de hechos graves y no pueden sino ser rechazados pues afectan los derechos y la libertad de los estudiantes, su tranquilidad sus aspiraciones, esperanzas y sueños, así como los de sus familias.
Entendemos que es un hecho enmarcado en los episodios del estallido social y el debate que debe darse sobre los cambios necesarios a nuestro orden social, las instituciones y su legitimidad. No desconocemos que La PSU ha sido objeto de críticas fundadas en argumentos técnicos, compartidos por buena parte de los especialistas y la ciudadanía. En lo inmediato, se debe diseñar delicadamente una estrategia para asegurar a los estudiantes que participan del proceso la transparencia, validez y confiabilidad del actual instrumento y sus resultados. Este debiera ser un compromiso de todos y especialmente del Consejo de Rectores. Esperamos que dicho organismo genere los mecanismos necesarios para garantizar a los estudiantes que no pudieron rendir todas o algunas de sus pruebas, que lo hagan en las mejores condiciones para que así estos puedan continuar su trayectoria formativa.
Con todo, no puede olvidarse que la Ley de Educación Superior, publicada en mayo de 2018, crea un nuevo Sistema de Acceso a las instituciones de educación superior, el cual deberá establecer los instrumentos y procesos para la postulación y admisión a las universidades, centros de formación técnica e institutos profesionales adscritos. Este será un sistema integrado, de cargo del Estado, sujeto a los principios de justicia, no discriminación y accesibilidad universal, el que buscará asegurar una selección objetiva y transparente, considerando la diversidad de talentos, capacidades y trayectorias formativas de los estudiantes. Esto representa una oportunidad cierta de superar razonablemente, y a partir del diálogo técnico y político, las debilidades del actual sistema de acceso, y transitar a uno nuevo, ahora más equitativo.
Consejo Nacional de Educación
Arterias truncas
Como todos sabemos Valdivia tiene carencias serias de conectividad y de ineficacia de servicios públicos, que se disputan la potestad de las distintas arterias, dificultando el progreso de la ciudad. En Avenida Circunvalación se esta terminando un tramo de 2.7 km., impecable pero que no llega a ninguna parte, se supone que el kilómetro que falta debe conectar con Circunvalación Nueva Región, que también llega a ninguna parte. En resumen, la circunvalación no circunvala nada y los camiones de alto tonelaje siguen por calles provocando tacos y accidentes.
En Avenida Errázuriz, hace ya un lustro, nuestro alcalde anunciaba la conexión de esta arteria vital para descomprimir Picarte, desde Pedro Montt hasta Circunvalación...(de nuevo) pues bien, algo se hizo sobre lo existente, pero los 260 mts que faltan, al parecer alguien se olvido expropiarlo. En 2015 se anunció la ampliación de Av. Simpson desde Guacamayo hasta Picarte. Gran avance. Pero otra vez una calle trunca, o sea inconclusa o como se llame. Faltan 160 mts para conectarse con el resto de Simpson y Costanera, pero por alguna oscura razón, este tramo que es franja fiscal desde 1910 no se tocaron,..Explicación: arriendo de franja a un particular desde 2012.
Eric Doucerain Le Quellec.ericjy@hotmail.fr