Espera y frustración
Prometer la fijación de plazos para las atenciones médicas, resulta una medida arriesgada cuando depende de muchas variables. El proyecto de reforma al Fondo Nacional de Salud firmado por el Presidente Piñera "garantiza tiempos de espera y atención de calidad", con cifras de dos millones de personas que esperan por una atención de salud en especialidad y otros 266 mil esperan por una cirugía que no está incluida en el Auge.
Esto crea expectativas en la gente, que si no se pueden cumplir, generará una gran frustración en los pacientes, ya que las listas de espera no se van a resolver de un día para otro.
La posibilidad real de garantizar los tiempos de espera para todas las enfermedades, es que se tendrá que recurrir a comprar los servicios en clínicas de diferente complejidad.
Sin embargo, la propuesta de este nuevo Fonasa presentado por el Gobierno va en la dirección correcta, pero se necesitan de mayores recursos, porque lo principal es fortalecer el sistema de salud público: Fonasa, Cenabast, hospitales públicos, red de consultorios y formación de especialistas.
Dr. Patricio Silva Decano Fac. Cs de la Salud U.Central
Pilar Solidario y discapacidad
La posibilidad de aumentar las pensiones de vejez e invalidez pertenecientes al Pilar Solidario ha estado presente en la agenda social nacional. Luego del debate en el Congreso, se materializó en una ley corta que señala que las personas mayores de 80 años verán un aumento del 50% en la pensión básica solidaria (PBS) y en la pensión máxima con aporte solidario, mientras que el resto de los grupos de edad tendrán este incremento de manera gradual en los próximos años.
En la práctica, esto se traduce en que los beneficiarios de esta pensión, muchos de ellos entre 18 y 66 años que presentan una discapacidad que les impide trabajar total o parcialmente, contarán con este reajuste recién en 2022. Estimamos necesario reconsiderar la gradualidad del aumento para este sector de la población, ya que este colectivo, al igual que las personas mayores, enfrenta una serie de barreras que se traducen en una mayor vulnerabilidad socioeconómica.
Según los resultados de la encuesta Casen del 2017, las personas con discapacidad se encuentran sobrerrepresentadas en los quintiles de menores ingresos. El porcentaje de personas con discapacidad en el primer quintil dobla al último (10,7% versus 5,0%).
Además, este colectivo presenta mayores índices de pobreza multidimensional: posee 3,3 años menos de educación que el resto de la población y sólo un 30,3% realiza alguna actividad remunerada versus un 60,3% de las personas sin discapacidad.
Estas cifras visibilizan el conjunto de vulnerabilidades que tienen las personas con discapacidad en nuestro país, estrechamente vinculadas con la producción y reproducción de las barreras que limitan su participación en la vida social. La eliminación de la gradualidad en la entrega del aumento para la pensión básica solidaria de invalidez, total o parcial constituiría una medida que mejoraría la calidad de vida de este sector.
Carola Rubia Dir. Ej.Fundación Descúbreme
Impacto de la crisis
El actual escenario en el que estamos viviendo como país ha provocado la caída de nuestra economía, un ejemplo claro de ello es el Imacec que cae un 3,4%. Se trata de la mayor baja desde julio de 2009. Aunque esperable, no deja de sorprender la profundidad de la caída, lo que hace todavía más evidente la necesidad de que se genere un acuerdo transversal en favor de la restitución del orden público y de la paz social.
Según los últimos datos entregados por el Ministerio del Trabajo el sector de la construcción es el más golpeado por la crisis, quedando reflejado en el alza del desempleo en el mes de diciembre, esto se debe a la caída de las expectativas del sector privado por desarrollar nuevos proyectos.
Las proyecciones de desempleo del sector no son alentadoras, lo que nos preocupa, porque la incertidumbre sobre las condiciones futuras influye en la activación de nuevos proyectos de inversión.Según los datos que manejamos la inversión en construcción vaticina una disminución de 7,7%-que corresponde a la mayor caída desde 2009-, y que se explica por la alta incertidumbre que implicaría la postergación de inicios de obras en 2020, tanto de edificación como de infraestructura.
Dabido a lo anterior, los empleos se verán fuertemente afectados en el sector por lo que este año se podrían perder más de 40.000 plazas de trabajo y la cesantía podría llegar al 12% el primer trimestre que correspondería al mayor nivel desde el 2010.
Como gremio vemos que las empresas han mantenido el desarrollo de las obras que están en curso, pero la reposición de las obras y las decisiones de inversión no se están generando, todo esto asociado a la incertidumbre que produce la crisis, impacta negativamente en la creación de empleos de nuestro sector.
Ante este panorama es necesario que se produzcan definiciones, porque, de lo contrario, las expectativas difícilmente van a cambiar y no se van a reactivar los nuevos proyectos. Esto es preocupante si consideramos que el sector construcción involucra el 65% de la inversión total de la economía de nuestro país.
Carlos Salgado Cárdenas Presidente Cámara Chilena de la Construcción Valdivia