Hogar del Niño Leucémico
El Hogar del Niño Leucémico y Oncológico de Valdivia es una institución de voluntariado que atiende a niños oncológicos procedentes de Temuco a Punta Arenas y que vienen a recibir sus tratamientos al Hospital Base de Valdivia. Funcionamos con donaciones de personas e Instituciones más las cuotas de los socios cooperadores y actividades varias que se realizan durante el año.
Queremos agradecer a través de la presente, a todas aquellas personas e Instituciones que de otra forma nos han presentado su colaboración ya sea con alimentos o artículos para la mantención de nuestro hogar de Acogida como también en la Rifa Anual que realizamos cada fin de año.
De manera especial queremos recordar a todas aquellas instituciones (públicas y privadas) y a las personas naturales que desinteresadamente colaboraron con nuestra Institución, para entretener y dar realce a la celebración de la Navidad con nuestros niños y sus mamitas.
Edith Semper y Cecilia Zencovich Hogar del Niño Leucémico y Oncológico de Valdivia
Educación dual y desempleo
El desempleo entre jóvenes de 14 a 24 años llegó a un 24% en diciembre pasado, según el último reporte del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile. Una cifra que podría ir en aumento este 2020. Frente a este escenario, surgen experiencias y casos de éxito que son dignos de imitar.
Según la OCDE, Alemania registró un 6,2% de desempleo juvenil durante los últimos meses de 2019. La clave de estas cifras radica precisamente en el sistema de formación dual de las carreras técnicas.
Para que este modelo funcione se necesitan tres elementos: que las empresas definan el área en que les falta mano de obra; planteles educativos dispuestos a ofrecer clases teóricas en ese sector y las cámaras de comercio que, además de certificar a las industrias para ofrecer clases en el área que ellos mismos identificaron, actúan como articuladores de todos los involucrados.
Gracias a este sistema se obtienen cupos para distintas carreras donde efectivamente falta mano de obra. Pero también se logran atractivas ofertas de trabajo para los jóvenes. De hecho, cuando los alumnos optan por una carrera técnica con formación dual, lo que hacen en realidad es elegir primero una empresa a la que le falta mano de obra. A su vez, esta compañía comienza a formar a los jóvenes directamente en el puesto de trabajo y, por ello, les pagan un sueldo. En rigor, son trabajadores en formación, pues pasan el 70% del tiempo en la industria y el 30% restante, reciben clases teóricas en el plantel educacional que eligieron. Una vez que estos jóvenes egresan de su carrera tienen una altísima probabilidad de quedarse en la misma empresa que los formó, por ende sus sueldos aumentan de inmediato.
Por otra parte, aquellos titulados que deseen buscar empleo en otra compañía tienen un gran plus a su favor: cuentan con experiencia comprobable, considerando que mientras estudiaban se desenvolvían en un puesto de trabajo real.
Chile es un país que requiere de técnicos altamente calificados. Bajo ese prisma, si las carreras que se ofrecen en esta área comienzan a alinearse con el requerimiento empresarial, tendremos una respuesta concreta a una necesidad laboral.
Lorena Olivares Smith Ger. Capacitación Cámara Chileno Alemana de Comercio e Industria
Visibilizar el trabajo informal
Esta semana, el INE entregó las cifras de informalidad laboral del último trimestre 2019, revelando una tasa de ocupación informal de 30,4%, su valor más alto en los últimos 3 años.
Según estos datos, la informalidad se concentra en adultos mayores y mujeres (55,1% y 31,9%), parte de los grupos más vulnerables del país. Por su parte, los trabajadores por cuenta propia representan el 49,7% del total de ocupados informales.
Pese a lo extensivo del fenómeno, se trata de una problemática invisibilizada por muchos años y que no ha sido prioritaria para el diseño de políticas públicas que permitan dar mayor protección a este sector que representa a más de un millón de trabajadores.
Desde nuestra experiencia en Fondo Esperanza, donde trabajamos con 128 mil emprendedores de sectores vulnerables, vemos día a día los riesgos y desprotección a los que se enfrentan producto de la precariedad, tratándose en su gran mayoría de mujeres, informales y autoempleadas.
El trabajo por cuenta propia representa una alternativa para sacar adelante a familias completas. Sin embargo, no existe un marco de seguridad social que asuma las particularidades de esta realidad. Ejemplo de ello son las mujeres emprendedoras que no cuentan con garantías que le permitan conciliar su trabajo con el cuidado de los hijos. Por ello, es clave que proyectos que hoy se discuten, como sala cuna universal y otros, consideren al sector informal.
Es imperativo que reconozcamos esta realidad como sociedad e impulsemos -desde el mundo público, privado y la sociedad civil- los cambios necesarios para la desprecarización de la informalidad, la eliminación de los prejuicios que conlleva y el reconocimiento de la dignidad de miles de mujeres y hombres que han visto en el emprendimiento una posibilidad de transformar sus vidas.
Karina Gómez Gr. Emprendedoras Fondo Esperanza