Es común ver a los adultos mayores que asisten a sus controles solos. Es bueno ser activos, pero también es cierto que la compañía es recomendable cuando muchos de estos trámites les causa inseguridad por desconocer el lugar o por si necesita ayuda para el desplazamiento y debe llegar a una hora determinada. Esa compañía puede ser la de un familiar, un vecino o un funcionario de salud.

Cuando se está enfermo o se padece de una enfermedad crónica hay mucha información y documentación que los pacientes deben conocer. En cuanto a los tramites de atención de salud, existen muchos que pueden generar angustia, por no atreverse a preguntar, o porque no entendió. En estos casos, es importante que el personal de salud sea un facilitador en la información e indicaciones de tratamiento.

El personal de salud juega un rol importante, resultando clave el saber comunicar. El lenguaje debe ser apropiado, dejando de lado los tecnicismos, con ello se logra mayor cercanía con el paciente, provocando que se sienta en confianza, entregando información tan valiosa como puede ser, si ha cumplido o no con su tratamiento, si cumplió con el ayuno previo a sus exámenes, etc.

De ahí entonces que la instrucción que entregue el personal, debe ser verbal y por escrito, especialmente al adulto mayor. En general, el usuario desconoce los procedimientos, debiendo siempre informar fecha y lugar dónde debe acudir a sus siguientes trámites o controles.

Saludar al paciente, mirarlo a los ojos o preguntarle cómo se siente sigue siendo el mejor trato a los usuarios.

Marcela Soto