Recordar, vivir, soñar, grandes definiciones se guardan detrás de estas simples palabras cuando las oímos de nuestros adultos mayores muchos de ellos inmersos en la soledad. Después de escuchar sus largas charlas preguntamos por la familia…y el silencio se refleja en sus miradas.

Juan Pablo Segundo se refirió a la familia como la estructura ecológica humana y muchos autores hablan de la familia como el aporte afectivo de un individuo y sobre todo al aporte material para el desarrollo y bienestar de sus miembros.

Entonces nos preguntarnos qué hacemos hoy como sociedad perteneciente a una familia por el bienestar de nuestros adultos mayores. En qué momento nos preocupamos por rescatar esos lazos afectivos, sabiendo, que el camino de la vida tarde o temprano nos llevará a cada ser humano de la tierra a la misma situación de adultez.

En Chile, según la última Encuesta de Calidad de Vida en la Vejez 2017, un cuarto de los adultos mayores no posee amigos cercanos, cifra que aumenta en los mayores de 75 años y en quienes tienen un menor nivel educacional. Y si consideramos que en unos años nuestra población a nivel mundial estará principalmente constituida por adultos mayores.

Nuestros adultos mayores hoy nos exigen ser valorados, ser integrados es aquí que como carrera del área social nos hacemos cargo y buscamos involucrarnos en su quehacer diario aportando con nuestros alumnos momentos de recreación, acompañamiento y capacitación.

Sandra

Navarro