Hace algunos meses estuve junto a los funcionarios y directivos del Hospital de Panguipulli, para ver cómo ayudábamos a solucionar el déficit operativo cercano a los $500 millones anuales que tiene el centro hospitalario, el cual sería resuelto con recursos directos del Ministerio de Salud.
No obstante, luego de conocer las declaraciones del Director Regional de Salud, pareciera que pese a haber acordado directamente con el Ministro de Salud, esta situación se está transformando en "el cuento del tío", porque cada vez estos compromisos se han venido relativizando sostenidamente.
Es evidente que el déficit del gasto operacional se produce por la alta demanda que ese Hospital ha tenido, además del mayor requerimiento de exámenes de laboratorio y otros servicios que el propio hospital ha definido realizar por el bien y necesidad de la comunidad.
Ello hace que los recursos que recibe por parte del Ministerio de Salud sean claramente insuficientes.
Si bien es cierto este hospital es en lo formal una institución privada, ha venido reemplazando el deber del Estado durante décadas, y hoy no se puede desconocer su enorme labor y rol en esta comuna.
El Hospital de Panguipulli no es como algunas clínicas privadas que lucran y en cambio, le ha hecho un tremendo favor al Estado, aun perdiendo plata.
Sabemos desde hace mucho rato del déficit que se vive en este centro asistencial, así como, del compromiso del Gobierno anterior y del actual por resolver definitivamente el déficit y transformarlo de institución privada a pública para que así los funcionarios y usuarios tengan los mismos beneficios que los de la red pública.
Lo que me sorprende y no logro entender, son las declaraciones del Director del Servicio de Salud Valdivia, respecto de que por ser institución privada debe gestionar sus propios recursos. Así al parecer aún no asume el compromiso contraído por el Minsal, ni que poner en precario a este hospital pone en riesgo a una comuna completa en medio de la pandemia.
Iván Flores García
Diputado