Plebiscito
Hace años que en la academia se hablaba de la teleeducación; años también se llevaba hablando del teletrabajo… y se hablaba y se hablaba. Ambos son hoy una realidad presente y vital.
Años se lleva hablando del voto electrónico y no he oído a nuestros líderes referirse al tema, frente a la urgencia de la imprescindible opinión ciudadana en el plebiscito y las variopintas elecciones que se nos avecinan, expresiones populares que van a ser indudablemente afectadas por el miedo al no respeto de la distancia social.
Ni la tecnología, ni el costo son obstáculos que no puedan superarse ¿Cuál será la verdadera insalvable valla?
Roberto Matamala Elorz matamalaelorz@yahoo.es
Covid-19 y sociedad civil
Ante el complejo escenario que estamos viviendo desde octubre de 2019, el que se ha agudizado a raíz de esta fatídica pandemia, las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), se encuentran en un punto crítico de financiamiento.
Según cifras de Sociedad en Acción, fundaciones y corporaciones de índole social, aportan con 310 mil empleos remunerados y de voluntariado, lo que en términos de gastos representan 2,1% del PIB y su fuerza laboral equivale a 3,7% del país. Somos alrededor de 15 mil fundaciones y corporaciones sin fines de lucro.
Estamos conscientes que esta crisis está afectando a todos los sectores, pero en el caso de las OSC, se hace aún más evidente, ya que en la mayoría de las situaciones no se nos considera como posibles sujetos de crédito, como tampoco calificamos en las medidas económicas propuestas por el gobierno para las pymes y empresas, ni cubrir los costos fijos y de operación en los fondos públicos y privados que se abren a postulación para paliar esta crisis.
Como Fundación Ronda hacemos un llamado urgente al Gobierno y al sector privado a que tomen en consideración las OSC, quienes irónicamente siempre buscamos ayudar, pero que hoy necesitamos ayuda.
María José Escudero Co Fundadora de Fundación Ronda
Fin de la BAES
En este difícil contexto de pandemia donde hay un millón de problemas, hay uno al cual nadie se ha referido, como lo es el preocupante anuncio de la Junaeb, que dejará de pagar la beca de alimentación para la enseñanza superior BAES a contar de mayo de este año.
Miles de estudiantes, dependemos de esta beca para alimentarnos a diario durante los meses de clases, por lo que ya es un problema para algunos enfrentar los meses del verano sin estos recursos, especialmente para aquellos que trabajan para poder estudiar lo que claramente deben hacer durante los 12 meses del año, para conservar los puestos de trabajo.
Para los y las estudiantes que viven en sus casas y reciben esta beca para alimentos, también será un tremendo problema no contar con estos recursos, ya que éste es un aporte para las familias más vulnerables, que en muchos casos han sido golpeadas por la cesantía y la pérdida de ingresos económicos importantes.
Pareciera que habrá que elegir si pagar el arriendo, comer o conformarse con recibir un bono por un lado y perder el ingreso Baes por otro. Como jóvenes una vez más nos sentimos invisibilizados, ya que no se consideran todos los sacrificios que hacemos para sacar un título profesional y que estas medidas vienen una vez más afectar a los jóvenes y las familias más vulnerables de nuestro país. Sabemos que para un estudiante de una familia de bajos recursos asumir el costo del arriendo y la alimentación, se hace simplemente impagable.
Roberto Roa E. Presidente Dirección Comunal Juventud Socialista de Valdivia
El llamado de la Tierra
El Covid-19, este enemigo invisible que ha invadido nuestra vida, nos somete no solo a la cuarentena y cuidados extremos, sino también, a la reflexión y a saber escuchar el grito que, aprovechando nuestro silencio, hace sentir con fuerza, la Madre Tierra.
Este "mensaje de auxilio de la naturaleza", como lo ha señalado el director de Medio Ambiente de la ONU, Inger Andersen, debe generar conciencia entre los seres humanos. Los cambios en las formas de convivencia social, el paradigma de la "nueva normalidad" y los visibles efectos en la naturaleza y ciudades del mundo, invitan a repensar el verdadero impacto de nuestras acciones como seres inteligentes.
El despertar de la naturaleza nos alienta a reflexionar y tomar medidas con más fuerza y decisión a nivel político y social.
Debemos proteger, restablecer y promover el uso responsable de los ecosistemas terrestres, gestionar los bosques y el agua de forma sostenible, luchar contra la desertificación y contaminación, detener e invertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de la diversidad biológicas. Se trata de reordenarnos en un sistema que respete el ciclo de vida de la Tierra, tomando conciencia de que nada sucede al azar, sino que todo tiene una causa y una consecuencia. En definitiva, debemos escuchar el llamado de la tierra, porque el real enemigo del planeta, no es el covid-19, sino más bien, cada uno de nosotros.
Margarita Ducci Dir. Ej. Pacto Global Chile Onu