Responsabilidad ciudadana
Son muchos los sucesos que demuestran que hay gente indiferente a los riesgos de la pandemia o que se aprovecha de ella. Cada uno debe aplicar el sentido común en su accionar.
Los malos ejemplos sobran, se cuentan por centenares y parece que en lugar de disminuir la tendencia los empuja a crecer cada día. Definitivamente, hay poca determinación de ciertos sectores ciudadanos a asumir su responsabilidad y su rol frente a la pandemia.
La atribulada capital chilena, que suma miles de contagiados y muchas víctimas fatales, hace noticia a diario con sucesos que parecen sacados de otra época, porque provienen de la crónica policial. Y nos referimos únicamente a las demostraciones de narcotraficantes y al accionar delincuentes habituales, que en pleno toque de queda han redoblado sus fechorías, llegando muchas veces a extremos de violencia.
Más preocupa lo que ocurre con ciudadanos que difícilmente pueden ser encasillados como antisociales, pero que se han empeñado en transgredir las disposiciones sanitarias y de seguridad, sin tomar en cuenta que detrás de cada uno de estos actos está latente la posibilidad de contagio por coronavirus a personas que nada tienen que ver con su mala conducta.
Lamentablemente, en Valdivia también hay registro de situaciones similares, como ocurrió con los individuos que intentaron atropellar a efectivos militares que cumplían labores de control callejero en horario de restricción para circular y en dos sucesos aparentemente sin relación entre sí, pero de similares características.
Se ha comprobado que los protagonistas de estos lamentables episodios son mayoritariamente personas jóvenes, indiferentes a la gravedad del problema que generan al entrar en contacto con los grupos de mayor riesgo.
También aún es posible ver aglomeraciones perfectamente evitables en torno al comercio, muchas veces igualmente innecesarias. La excusa de que fueron invitados o incitados a hacerlo por algunas medidas gubernamentales suena vacía. Cada uno debe aplicar el sentido común en su accionar.
Los Ríos no ha necesitado medidas extremas y hay que esforzarse para que no lleguemos a ellas.