Sernageomin aún monitorea zonas afectadas por el gran sismo de 1960
GEOLOGÍA. Realizan estudios en sectores vinculados a la erupción del Cordón Caulle y el Riñihuazo.
Hace tres días la región recordó la devastación que dejó el terremoto del 22 de mayo de 1960. Sin embargo, ese sismo también tuvo otras grandes consecuencias, como el Riñihuazo, y la erupción del Complejo Volcánico Cordón Caulle, cuya actividad comenzó 38 horas después del movimiento telúrico. El director nacional de Sernageomin, Alfonso Domeyko, expresó que "este megaterremoto fue en realidad una secuencia de varios eventos que sucedieron en dos meses, los cuales afectaron la zona costera a través de unos mil kilómetros. Además de ser el de mayor magnitud registrado con instrumentos sísmicos, marcó un antes y un después en la historia de la sismología mundial".
Actualmente Sernageomin, se encuentra realizando estudios en el Cordón Caulle y en la zona del Riñihue -como monitoreos volcánicos y zonificación territorial- con el objetivo de generar información para actuar ante futuras emergencias.
Monitoreo de volcanes
El Cordón Caulle, de 15 kilómetros de longitud, es el único volcán fisural activo de composición riodacítica a nivel mundial. El volcanólogo y jefe de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica (RNVV) del Sernageomin, Álvaro Amigo, explicó que "inició una erupción explosiva el 24 de mayo de 1960, solo 38 horas después del terremoto de magnitud 9,5. La erupción se desarrolló a través de una fisura de más de 5 kilómetros de longitud, con 18 cráteres activos simultáneamente. La columna eruptiva alcanzó 10 kilómetros de altura, lo que produjo dispersión y acumulación de material volcánico hacia sureste del volcán, sobre territorio chileno y argentino".
Agregó que "la fase explosiva inicial dio paso a una etapa efusiva, caracterizada por el escurrimiento de flujos de lavas viscosas desde los diversos cráteres en erupción. Se estima que la erupción declinó hacia el 22 de julio. Este evento eruptivo es uno de lo más importantes ocurridos en Chile durante el siglo XX y uno de los pocos casos donde la relación entre mega-sismos y erupciones volcánicas es evidente".
El director de Sernageomín en Los Ríos, Carlos Johnson, explicó que "en este cordón el servicio posee un observatorio vulcanológico que monitorea multiparámetros. A nosotros nos llegan constantemente informes y gracias a esto en cuanto se produce una alerta podemos adelantarnos a una eventual erupción, como ocurrió en 2011. Ese año tuvimos más de una hora para avisar a las autoridades, se produjo una evacuación ordenada y no hubo ninguna víctima. Además, estamos coordinados con la Onemi, organismo que planifica y ejecuta acciones de acuerdo a la información que nosotros entregamos". Aseguró además que como oficina poseen un plan de difusión de peligros volcánicos que constantemente acompaña a la Onemi en terreno o capacita a los funcionarios municipales y a la población sobre potenciales peligros.
El director nacional de Sernageomin, Alfonso Domeyko, complementó que "la Red Nacional de Vigilancia Volcánica de Sernageomin se ha robustecido en los últimos 12 años. En el caso del Cordón Caulle, para fines de este año está contemplada la publicación del mapa de peligros, trabajo elaborado por la Unidad de Geología y Peligros Volcánicos que tiene por objetivo zonificar áreas de peligros ante una eventual reactivación del macizo".
La última actividad importante en este cordón ocurrió en el año 2018, cuando se produjeron fumarolas.
Riñihuazo
La epopeya del Riñihue es una de las más grandes hazañas realizadas por el hombre para evitar un desastre.
En 1960, luego del terremoto, el derrumbe de dos cerros bloqueó el caudal del río San Pedro, creando un tapón de 24 metros de altura. Cada metro de crecida almacenaba 20 millones de metros cúbicos de agua. El gobierno de esos años implementó uno de los planes de ingeniería más memorables de todos los tiempos, evitando con ello una inundación que podría haber generado la desaparición de Valdivia.
El director de Sernageomin en Los Ríos, Carlos Johnson, dijo que hoy la oficina regional cuenta con un equipo de geólogos expertos en peligros que recorren la zona y monitorean con drones buscando anomalías. También se encuentran en comunicación con las autoridades sobre posibles cambios en la morfología del terreno.
El subdirector nacional de Geología, Alejandro Cecioni, comentó que uno de los principales trabajos que ha efectuado Sernageomin en la región se relaciona con la geología para el ordenamiento territorial. Se destacan numerosos mapas con información geológica de calidad de suelos aptos para obras civiles, vulnerabilidad de acuíferos y potenciales fuentes contaminantes, entre otros. "Recientemente postulamos a un FNDR para hacer un estudio y mapas de susceptibilidad de remociones en masa en la ciudad de Valdivia, el que ya fue aprobado por el Gobierno Regional y estamos en la etapa de asignación de los recursos", concluyó.