Terrorismo
Hay un virus tan dañino como el Coronavirus, se trata del terrorismo que azota al sur de Chile. Hace pocos días quemaron siete camiones y un bus, balearon una subcomisaría de Carabineros y la casa de un agricultor. Son hechos de extrema gravedad que representan un desafío a la autoridad. De seguir así, la pandemia terrorista seguirá avanzando.
Pablo Hoffman Pdte. Multigremial Los Ríos Juan Pablo Swett Pdte. Multigremial Nacional
Pandemia y bruxismo
En estos difíciles momentos en que nuestra situación sanitaria está afectada por el COVID-19, el aislamiento social, sugerido como estrategia preventiva comunitaria, ha significado alteraciones del comportamiento, estilo de vida y autocuidados, motivados además por incertidumbre y preocupación. Una de las preocupaciones que con frecuencia exponen los pacientes es la percepción del aumento del bruxismo. Si bien, a la fecha, no existen datos comunitarios ni clínicos que muestren un aumento del bruxismo provocado por la crisis sanitaria actual, existe evidencia científica que nos permite explicar el fenómeno.
Bruxismo es una actividad repetitiva de los músculos mandibulares caracterizada por apriete y rechinamiento dental, y movimientos mandibulares, teniendo dos posibles manifestaciones circadianas distintas: en vigilia (despierto) y en sueño (dormido). El bruxismo en vigilia es un mal hábito consecuencia de alteraciones del comportamiento o trastornos psicológicos/psiquiátricos. En cambio, el bruxismo de sueño es un comportamiento del sueño cuya génesis es compleja. La ciencia ha mostrado asociaciones con trastornos del sueño, uso o abuso de sustancias (fármacos, cafeína, nicotina, alcohol) y reflujo gastroesofágico.
El bruxismo de sueño tiene una relación imprecisa con estrés y ansiedad.
Lo que presuntivamente padece la población que percibe "aumento del bruxismo" en momentos de pandemia, corresponde, mayoritariamente, a síntomas de trastornos de la articulación temporomandibular, musculatura masticatoria, y cefaleas (tipo tensional, migrañas), lo que exige evaluación de especialistas y manejo interdisciplinario. En consecuencia, mis recomendaciones generales son resguardar el autocuidado e higiene de sueño, cuidar la salud mental y consultar oportunamente.
Dr. Diego De Nordenflycht C. Cirujano dentista, académico U.A.B
Más humanidad
Hasta hace unas semanas muchos países del orbe se jactaban de poder exhibir índices macroeconómicos altos o más o menos equilibrados.
Todo ha cambiado drásticamente, todos los cuidados, todos los cortafuegos imaginables no han sido suficientes; los índices económicos mayores en todo el planeta están muy dañados y qué decir de la economía doméstica, que deja ver las inequidades profundas al interior mismo de las sociedades.
Tal es el deterioro que no es necesario ser economista, dueño de banco ni ministro de Hacienda, para advertir que contaremos con menos dinero, o habrá menos personas con acceso al dinero, que habrá más personas sin trabajo o que enfrentarán serios problemas para conseguirlo y que la estabilización tomará un tiempo fundadamente largo.
¿Qué hacer? ¿Cómo hacer? La educación es la clave. La primera es la educación en la familia, la que ya debe estar dando las primeras lecciones de fraternidad, lecciones de humanidad, tanto por encuentro como reencuentro obligado por las cuarentenas.
Luego, la educación institucionalizada o formal. Esta, sí o sí, ha de adecuar pronto sus currículos logrando mejores equilibrios entre los contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales, privilegiando los últimos. Y los cambios han de ser en todos los niveles del sistema educativo.
Que nadie lo dude, luego de, y con, la pandemia, cambios habrá, han de haber.
No puede ser que tanto dolor, tantas angustias, tantos muertos sean por nada. Hemos de dar paso a cambios mayores, quizás de asistencialidad en un primer momento, pero es necesario ir más allá, no solo se ha de enseñar a pescar, ya no solo en beneficio personal, sino para contribuir al desarrollo de la comunidad, de la familia, de los de nuestro entorno.
No lo dudo, no lo duden, ¡la Humanidad necesita más humanidad!
Raúl Caamaño Matamala Profesor Universidad Católica de Temuco
Sergio Concha Rodríguez
Don Sergio Concha Rodríguez estudió Derecho en la Universidad de Chile e ingresó a la Congregación Santa Cruz, donde se ordenó de sacerdote. En 1974, se destacó como abogado del "Comité Pro Paz" y en 1998 luego de un caso suyo la Corte Suprema acogió la "tesis del secuestro" como "delito permanente", así como la improcedencia de aplicar la Ley de Amnistía. Su importancia radica en que, de manera similar, se acogió dicho argumento para reabrir e investigar otros casos relativos a las violaciones de los derechos humanos. Don Sergio Concha Rodríguez, quien fue sacerdote hasta 1996, falleció el 19 de mayo, a los 89 años.
Derico Cofré Catril derico.cofre@hotmail.com