Datos personales
El covid-19 y la creciente digitalización de la vida han hecho renacer el debate sobre la protección de datos personales. La discusión se remonta al 2008, cuyo último intento legislativo de 2017 -el más fructífero y completo-, se encuentra detenido hoy en el Congreso.
Es de conocimiento público que se está lejos de cumplir con los estándares internacionales de protección de derechos. En ese contexto, se busca resolver el problema urgente de la protección de datos de salud con una ley corta, como si las obligaciones de la normativa sanitaria y las facultades de la autoridad de salud no fueran suficientes.
La confidencialidad, la finalidad, la limitación en el tiempo, la seguridad y diligencia son temas ya regulados en la Ley de Datos de 1999 y en las normas de salud, por lo que reforzar el carácter de dato sensible a la información de salud y legislar solo para esa área no tiene sentido y no soluciona la "enfermedad" que aqueja a los datos personales en Chile: la falta de una autoridad supervisora sobre los regulados, públicos y privados.
Es cierto que las reglas de tratamiento de datos debe actualizarse y los derechos fortalecerse, pero el único remedio efectivo es despachar la reforma integral de los datos personales, no desviando esfuerzos con leyes que no son la cura de este largo mal que nos aqueja.
Romina Garrido Fac. Economía y Negocios U. Chile
Gigantografía
Quisiera referirme a lo publicado por Diario Austral el día miércoles 10 en que se muestra una gigantografia denigrando a don Victor Jaramillo, director del Servicio de Salud Valdivia.
Es lamentable que la manera de manifestar un punto de vista en discordia se haga de manera tan oprobiosa, ordinaria y personal, donde la descalificación hoy es tan frecuente, propio de una pobreza cultural avismante de nuestra mayoritaria población.
Conozco hace muchos años al señor director y puedo dar fe de su compromiso y corrección tanto como persona y servidor público, en especial en tiempos tan duros como los de hoy en donde junto a la Dra. Barra y otras autoridades han manejado con responsabilidad la pandemia a pesar de la gran irresponsabilidad de nuestro pueblo para acatar las normas.
La descalificación es propia de los ignaros que sin tener argumentos recurren a ella por que es mas fácil pero cobarde.Atte.
Dr. Luis Figueroa H.,odontólogo Luis.figueroa.dentista@gmail.com
Niños en cuarentenaEste periodo de cuarentena puede ser una buena instancia para que los padres puedan estimular el lenguaje de los niños. La estimulación del lenguaje en los contextos cotidianos y las rutinas de la vida diaria, es posible hacerlo con buena calidad. Para ello hay que tener algunas consideraciones propias a los desafíos que son posibles en los distintos grupos estarios
En casa, se sugiere en niños preescolares: Fomentar y promover el uso de palabras nuevas. Incorporar estas en el desarrollo de las actividades del hogar y sus rutinas es la mejor manera para asegurarnos que sus significados se vayan asentando. Relatar las actividades que más les gustaron de su día, hacer actividades del quehacer como ordenar o limpiar, son buenas actividades que fomentan la expresión de ideas y la comprensión. Jugar por ejemplo a dar características de los objetos, aprender el uso de ellos o generar historias con muñecos.
En niños escolares tenemos a lectores iniciales donde el usar esta estrategia es promover no sólo el lenguaje, sino que también la comprensión del mismo y el manejo de este sistema de decodificación de las "letras". Se pueden leer recetas, generar listas de compras, leer cuentos en conjunto o incluso crear historias escritas entre los miembros de la familia.
Es fundamental recordar, que el lenguaje es un sistema de comunicación e interacción por lo que el rol de los padres es fundamental, pero sobre todo es el modelo a seguir que tienen los menores de todas edades y que dadas las características de este confinamiento, se hacen más intensas.
Claudia Figueroa L. Fonoaudiología Unab
Entreha de datos
En torno al debate sobre la rapidez de la entrega de los resultados del Gobierno, quisiera indicar debiesen cuestionarse el encarecido esfuerzo que se está realizando para llevar a cabo la entrega certera y a un tiempo razonable de las cifras.
Soy ingeniero de profesión y, a menudo, trabajo con bases de datos proporcionadas por el Ministerio de Salud, la cual, en todos los Gobiernos tiene un retraso hasta de 3 años en la entrega de la información. Esto, no es por simple flojera sino porque la disponibilidad de las cifras entregadas debe ser los más certeras y transparentes posibles.
Cabe mencionar que, al trabajar con indicadores de frecuencia diaria, estos dependen de una metodología que no son únicas y que el levantamiento de datos se va actualizando cada día para obtener con precisión cifras que toman meses en entregarse en un contexto normal. Asimismo, basta con mirar el reporte de otros países, del cual Chile se posiciona como uno de los países que entrega con más creíbles en torno a fidelidad de los datos entregados a los organismos internacionales, identificando leves cambios si son comparados.
José Francisco Alcalde F. <alcaldejosefrancisco @gmail.com