Según estimaciones de la Organización Mundial del Turismo, este año la actividad podría marcar una caída de hasta el 80%. Y mientras en países como Cuba y España se habla de flexibilizar las fronteras y propender a la movilidad, Jorge Peters prefiere ser cauto. "Compararnos, no nos hace bien, dado que aunque tengamos una tasa baja de contagio como región, en Chile dependemos de lo que pase en Santiago y en el país en su conjunto. La verdad es que hoy por hoy, la capital nos hace un flaco favor a las regiones. La recuperación será lenta, por ello dependemos de la capacidad de cuidarnos, luego de generar confianza en clientes mediante la implementación de protocolos adaptados a la realidad de cada tipo de servicio turístico y luego podremos hablar de circuitos seguros entre ciudades cercanas, con mucho consumo local y viajes cercanos".