La realidad que nos entregan las cifras
Muy malos en el ámbito económico, pero alentadores en cuanto al trabajo del área de la salud, los números han marcado los ánimos de estos días en la región. Ojalá los halagos que han llegado desde Santiago se traduzcan en el refuerzo de la confianza y el compromiso de las personas, para que logremos dejar atrás esta crisis.
Resulta particular observar cómo los números han ido ganando terreno en nuestra vida, al punto de marcar una serie de aspectos que, tal vez en condiciones normales no consideraríamos, sin embargo, y en las actuales circunstancias, alteran incluso procesos como nuestra toma de decisiones.
Puntualmente nos referimos a los datos recién conocidos en el plano de la economía. Por una parte, el fuerte retroceso en el crecimiento evidenciado en el último IMACEC y, además, las tasas de desempleo de dos dígitos que una decena de regiones, entre ellas la nuestra, alcanzaron en el trimestre móvil marzo-mayo, dando cuenta de una de las mayores dificultades que debemos enfrentar, como es la pérdida de fuentes laborales.
Pero asi como están las ingratas, nos vamos a detener en otras que resultan alentadoras y están tanto o más vinculadas con la crisis del covid-19 como las anteriores. Específicamente se trata de las cifras que han dado a conocer desde el MINSAL, a propósito del avance de la pandemia, y el comportamiento observado en los equipos de salud.
Sin ir más lejos, han sido dos las menciones directas que el ministro Enrique Paris ha hecho de la zona en sus informes diarios desde Santiago. Primero cuando señaló que Los Ríos era el segundo territorio con menor tasa de incidencia de coronavirus y luego cuando destacó la baja tasa de positividad en los resultados de exámenes de PCR.
A nivel local, ambas alusiones han sido tomadas como un fuerte espaldarazo y un premio al trabajo coordinado de la red, a las fiscalizaciones de pacientes, a la trazabilidad de los casos y a la toma de conciencia de la comunidad. Y qué duda cabe en ese análisis.
Lo interesante es que a partir de estos "números" se logra advertir que sí tenemos razones para ser optimistas y pensar que cada vez falta menos para que dejemos atrás la emergencia sanitaria y ello será responsabilidad en gran parte de los profesionales y técnicos de los equipos de salud y al sacrificio que a diario despliegan.
Es lo mismo que ocurre con los voluntarios de Bomberos, los carabineros, funcionarios de la PDI y militares. Cada uno ha cumplido su rol y ha aportado para mejorar las condiciones del resto de la población. Por lo mismo, es de esperar que cuando tengamos nuevas cifras positivas o llegue la hora del balance de esta etapa, no perdamos de vista a los héroes que lo hicieron posible.