"Es una satisfacción observar el viento que habla, la lluvia que cae..."
APORTE. Docente valdiviana habla de su pasión por la enseñanza y las letras, una capacidad que desarrolló desde temprana edad.
Desde que comenzó a transitar entre la educación y la poesía, la pluma de Gloria Yobánolo Vilches no sabe de descansos. La pequeña estudiante de la antigua Escuela 16 se transformó en maestra primaria y paralelamente avanzó por el camino de las rimas y los versos bajo la lluvia valdiviana. En ese itinerario, "Senderos del alma", "Arreboles del viento", "Aventuras y travesuras", "Bajo el cielo", "Bajo la lluvia" son las estaciones de un camino en pleno recorrido, que incluye lo mejor de su poesía y cuentos infantiles.
Integrante también de la filial Valdivia de la Sociedad de Escritores de Chile, no duda en que si volviera a nacer, nuevamente sería profesora básica.
¿Con qué barrio o sector de Valdivia se identifica desde pequeña? -Con el barrio Regional. Ahí estaba mi escuela primera, en Aníbal Pinto. Era una antigua casona con cursos de 1° a 6° básico, bajo la instrucción educacional de profesores normalistas. Esa formación integral que recibimos nos fue encauzando para la vida, con las máximas del respeto y responsabilidad frente a los padres, profesores, a la patria y sus símbolos. Ahí comencé a escribir. Era normal memorizar poesías y escribir sobre temas de interés o actualidad del ámbito escolar. Mis trabajos eran seleccionados para el Diario Mural de la Escuela. En esa época se leía mucho, existía mucha literatura infantil, revistas y libros para niños. Eran otros tiempos. No había tantos distractores como hoy.
¿Por qué decidió ser profesora y en qué momento lo hizo?
-Por la gran admiración que sentía por los maestros que tuve en mi formación, que usaban estrategias pedagógicas ejemplares para formar buenos ciudadanos, encauzaban a los alumnos a realizar sus proyectos según sus intereses y posibilidades. Como siempre tuve inclinaciones artísticas, que es armonía y belleza, además la pintura y el diseño, ingresé al Liceo Técnico. Pero, una vez que la Escuela Normal de Valdivia -que antes tenía alumnado de varones y después fue mixta- abrió postulaciones para estudiar pedagogía, decidí ingresar y en 1967 me licencié de maestra básica.
¿Qué fortalezas y qué debilidades ve en la educación básica actual?
-La educación es una realidad compleja, porque no es igual para todos. La organización y comunicación de los docentes que se esfuerza por llegar a todos requiere un compromiso de todos: dirección, profesorado, padres y apoderados. Y donde es exitosa es porque hay un interés por aprender y un compromiso. En las debilidades, la escuela formula planes y proyectos que no se alcanzan a desarrollar y menos retroalimentar. Se deben potenciar el esfuerzo, la perseverancia, integrar a la familia y el acceso a las redes de apoyo para todos.
¿En qué momento descubrió su habilidad como escritora y cómo derivó a la poesía?
-Siempre he escrito, es un ejercicio cotidiano. Mientras ejercí en mi escuela rural, pasó a ser una necesidad escribir para fechas importantes y para las efemérides escolares. Teníamos una precaria biblioteca, por lo tanto era recurrente crear poesías y cuentos cuyo objetivo era adecuar a sus edades pasajes históricos de nuestra patria, valores éticos y sensibilizarse con la naturaleza.
¿Cual es su mayor satisfacción como poetisa?
-A pesar de que en literatura, la poesía es lo que menos se lee, eso no implica que dejemos de crear. Cuando fluye una energía que habla con palabras arrancadas desde la profundidad de los sentimientos, la naturaleza nos regala esa factibilidad, sobre todo en esta hermosa ciudad. Es una satisfacción observar el viento que habla, la lluvia que cae, la brisa que acaricia y atrapar esa belleza en versos. Es donde nace la poesía, que es bella y satisfactoria.
¿Qué mensaje entrega a los mayores en tiempos de pandemia?
-Los adultos mayores son personas sociables, dinámicas, activas, creadoras, generalmente tienen pertenencia a grupos etarios en los cuales expresan sus habilidades y realizan actividades artísticas que antes no hubo tiempo de realizar. Pero ahora en tiempos de pandemia, para cuidar la salud y el bienestar de la familia, se deben acatar las normas sanitarias vigentes y adaptarse al confinamiento con la mejor disposición.
En las letras
Normalista Gloria Yobánolo Vilches nació el 25 de abril 1945, es valdiviana y estudió en la antigua Escuela Básica N° 16, el Liceo Técnico y la Escuela Normal Superior. Casada con el educador Francisco Álvarez Vera, son padres de Juan Francisco, Óscar y Rodrigo. Como profesora básica se desempeñó en una escuela rural de Los Lagos y la Escuela Alemania de Valdivia.