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Migraciones y alimento: Las razones de la abundancia de cisnes en el Santuario

Este año se ha contabilizado un número histórico de cisnes de cuello negro en el Humedal del Río Cruces y Chorocamayo. Investigadores locales los monitorean, analizan los cambios en la cantidad de aves que se registran durante el año y qué amenazas las acechan.
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Nunca habían sido contados tantos cisnes de cuello negro en el Santuario de la Naturaleza Río Cruces y Chorocamayo, como ocurrió en mayo de este año. Cada mes, guardaparques de Conaf recorren en bote diferentes zonas interiores y cercanas al Sitio Ramsar Carlos Anwandter, registrando la cantidad de aves que ven. Señalan el número de cisnes, taguas, cormoranes, patos y queltehues -entre otras especies- con que se encuentran, y así, monitorean la cantidad de población existente y sus fluctuaciones.

"Parece ser evidente que hay una migración de los cisnes del norte, probablemente por los efectos de esta sequía que se había arrastrado por más de diez años".

En abril de este año se pudieron ver 21 mil 123 cisnes de cuello negro. en el censo de mayo, la cifra creció aún más. Lograron avistar 22 mil 319.

claudia.munoz@australvaldivia.cl

En abril, se sorprendieron con el número de cisnes de cuello negro que lograron ver. Fueron 21 mil 123. Y en el censo de mayo la cifra creció aún más. Lograron avistar 22 mil 319. ¿Sus zonas favoritas? Los sectores de Puerto Claro, donde vieron 9 mil 651; y Santa María, donde observaron 7 mil 520.

Luego de conocer las cifras, el director regional de Conaf en Los Ríos, Oscar Droguett, dijo alegremente para una entrevista en Diarioaustral: "No sé si es un milagro o si se debe a que es un lugar tan cuidado por nosotros". Esto porque es Conaf la institución que administra esta área protegida. Pero luego agregó: "Algo tiene que ver con el cambio climático (...) como estas aves migran, posiblemente aquí han encontrado un hogar más confortable".

¿Cómo ha evolucionado la presencia de cisnes en el santuario? Desde 2002 se pueden analizar los promedios anuales de abundancia de aves. Entre ese año y 2004, el promedio se mantenía entre los 5 mil y 6 mil ejemplares. El punto de inflexión ocurrió ese último año, cuando el funcionamiento de la planta de celulosa instalada en Mariquina produjo un daño ambiental. Entre 2005 y 2007, el promedio de aves vistas superaba levemente los mil ejemplares y hasta 2012 no alcanzaba a llegar a los 2 mil. El momento en que se contaron menos fue en agosto de 2005, cuando solo se logró ver a 399.

Luego, el promedio comenzó a aumentar. En 2014 se superó los 3 mil y en 2016 incluso se llegó a los 6 mil 221 ejemplares. El promedio de 2019 fue de 13 mil 60 avistamientos de cisnes, la mayor cantidad se vio en enero (16 mil 594) y la menor en septiembre (7 mil 987). Este año, en enero se pudieron ver 9 mil 519. Luego, el número no dejó de aumentar. Ahora se espera conocer los resultados del censo de junio. Todo esto corresponde a datos obtenidos por Conaf.

Migraciones

¿Por qué ha aumentado su presencia? El Centro de Humedales Río Cruces organizó un conversatorio sobre este tema. El director ejecutivo del centro, Ignacio Rodríguez, indicó que "no lo hemos podido comprobar, pero parece ser evidente que hay una migración de los cisnes del norte, probablemente por los efectos de esta sequía que se había arrastrado por más de diez años. La pérdida de humedales en el centro significa que una gran cantidad de cisnes empieza a llegar al santuario. Por eso es tan valioso conservar un humedal de estas características, capaz de albergar a estos 'refugiados", que son los cisnes del norte"

En el conversatorio además estuvo invitado del ecólogo marino e investigador del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Austral de Chile, Eduardo Jaramillo, quien desarrolla diferentes estudios relacionados con los cisnes de cuello negro del humedal. También coincide con que podría haber inmigración. "Tenemos datos de la abundancia de cisnes en el lago Lanalhue -región del Biobío- desde el año 2005. Ahí no había cisnes, pero empezaron a llegar muchos. A partir de 2016 el número se fue hacia abajo, justo cuando acá comenzó a aumentar. Tal vez los cisnes nuestros se fueron en 2004 y 2005 a Lanalhue, pero en ese lugar hay pocos fondos someros con luchecillo, su alimento. Acá desde hace unos cinco años está cubierto de luchecillo, por lo que hay suficiente alimento. Y como hay alimento, el humedal soporta una cantidad de cisnes que parece ser muy alta y no la conocíamos antes. Tal vez se ha convertido en reservorio para cisnes de otros humedales ", explicó.

Ignacio Rodríguez

Director Ejecutivo CEHUM

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