Habilitan centro de acopio de alimentos no perecibles para once ollas comunes de Valdivia
SOLIDARIDAD. Recinto deportivo comenzó a funcionar con punto de distribución de todo lo necesario para asegurar platos de comida en barrios por tres meses.
El gimnasio de la Población San Pedro comenzó a funcionar desde ayer como un Centro de Distribución Popular en el que serán almacenados alimentos no perecibles, gestionados por la plataforma Valdivia Solidaria.
El recinto deportivo estrenó su nueva función social con la recepción de aproximadamente 21 toneladas de provisiones. Están dispuestas sobre 49 pallets (que ocupan la mitad de la cancha) y serán usadas para asegurar el funcionamiento de al menos once ollas comunes que están operativas en distintos sectores de la capital regional; y para canastas solidarias. El abastecimiento es para tres meses.
La primera gran carga de abarrotes corresponde a una adquisición hecha a través de la ONG Red de Alimentos, institución que abastece con productos que por unidades pueden llegar a costar hasta un 90% menos que en los supermercados. De esta forma se logró maximizar un total aproximado de un millón de pesos conseguido con donaciones de instituciones y particulares.
"Los dirigentes sociales han mostrado mucha voluntad de trabajo en equipo, además el gimnasio está ubicado en un sector estratégico de articulación de varias ollas comunes, lo que nos facilita el acceso. Es muy simbólico que un primer gran centro de abastecimiento esté ubicado precisamente lejos del centro y que se haya logrado en gran medida gracias al trabajo colaborativo con los vecinos", dice Carla Amtmann, integrante del equipo de voluntarios de Valdivia Solidaria.
El grupo autoconvocado inició su labor hace 130 días. Son cerca de 500 profesionales de distintas áreas que decidieron agruparse para auxiliar a familias golpeadas por la crisis sanitaria del covid-19. Hasta la fecha, están en campaña permanente para conseguir donaciones de alimentos no perecibles o dinero que permita comprarlos.
Avance importante
Para funcionar como centro de abastecimiento, el gimnasio debió ser sometido a normas sanitarias y de seguridad no consideradas en otro tipo de situaciones. Valdivia Solidaria es responsable del inventario. Cada olla común le hace llegar semanalmente los requerimientos necesarios para cumplir con la cuota de raciones para cada barrio. La idea es hacer delivery de los alimentos en las sedes vecinales donde son preparados, para evitar el flujo innecesario de personas en el gimnasio. Además se maneja un catastro de familias con distintas necesidades, con la idea de orientar de mejor forma la ayuda directa.
"Hemos logrado un tremendo paso desde la autogestión, pero aún queda mucho por hacer. Los aportes han disminuido. Quienes antes hacían donaciones, ahora necesitan ayuda. La crisis está afectando a quienes quieren ayudar y por eso insistimos en que nuestras puertas están abiertas para seguir recibiendo ayuda por parte de toda la ciudadanía", agrega Amtmann.