Correo
Riñihuazo y Huellelhue
El terremoto del 22-5-1960, el más grande de la historia, provocó derrumbes cerca del "Lago Riñihue", quedando obstruido su desagüe natural en el "Río San Pedro", que seguía su curso al río Calle-Calle. Por tanto, el lago empezó a aumentar nivel de sus aguas en forma peligrosa, desbordándose la noche del 24-7-1960, vaciando sin control todo lo acumulado durante 2 meses e inundando localidades de Los Lagos, Antilhue, Pishuinco, Huellelhue y terrenos aledaños en su trayecto hacia Bahía de Corral.
Previo al desastre, obreros de "Transportes Fluviales" y sus familias, construyeron unas mediaguas en cerro de Huellelhue, donde el 21-6-1960 nació mi sobrina Itolina Cofré. Desde el cerro, contemplamos con pavor y tristeza como el torrente de las aguas y lodo arrasó inmuebles y dos pabellones donde vivían 20 familias, entre ellos, mi hermano Guillermo, esposa y dos hijos menores.
La fuerza de las aguas se llevó la "Capilla Católica", la cual, con los remezones se fue tocando su campana hasta perderse de vista. Nuestro pequeño pueblo, que está entre dos cerros, se inundó totalmente y, al descender nivel de las aguas, hubo que esperar varios días para bajar al poblado, esto, por el riesgo al caminar, debido a la gran cantidad de barro acumulado en la superficie.
Al interior de las viviendas el sedimento llegó a medio metro. A nuestra familia Cofré-Catril, con cuatros hijos menores de 12 años, cuya casa quedó en mal estado, nos pasaron dos piezas para vivir. Mi padre quedó cesante, entonces, como familia, nos dedicamos a trabajar la tierra, crianza de animales y al comercio.
Derico Cofré Catril
Realmente desubicados
Mientras la gran mayoría de los chilenos está con la importante misión de superar la masiva crisis sanitaria, el partido R.D., está más preocupado de apurar la decisión de su sector, de levantar una candidatura presidencial propia para el 2021...
"A política revuelta, a país revuelto, ganancia de politiqueros".
Luis Enrique Soler Milla
Recuerdo de mamá
Marta Candelaria Silva Triviños, Q.E.D., fue profesora normalista, madre ejemplar y mujer excepcional.
En 1944 arribó a Valdivia, la familia Silva-Triviños, en una carreta de Bueyes "Rocío y Murta", Martita era la quinta de 10 hermanos. Cuando naciste te llevaron a Punucapa, para que te bendijera la Virgen de la Candelaria debido a que la familia había sufrido la muerte de 4 hermanos recién nacidos antes. Con la muerte de su mamá Aída asumió sus primeras responsabilidades al hacerse cargo de su hermano pequeño Nelson de tan solo 1 año de edad.
Se formó como educadora en la Escuela Normal de Ancud, donde empezó a dar sus primeros pasos para convertirse en una maestra ejemplar.
Conoció el amor a través de su amado Luis Ojeda Saldivia, con el que contrajo matrimonio a escondidas de sus padres justamente un día como hoy hace 62 años, nos contabas que llovía torrencialmente y tus testigos fueron dos grandes amigos. Hoy fuiste vestida de novia a reencontrarte nuevamente con él.
Fruto de ese amor nacieron 4 hijos, uno de los cuales murió después de 8 meses de vida. La vida te puso a prueba nuevamente con la muerte de nuestro Padre tras 10 años de feliz matrimonio, dejándote sumida en el dolor y con 3 niños pequeños.
Tuviste gran vocación de servicio al ayudar a los más necesitados, fuiste la precursora, hace ya 42 años, de la creación del "Club de Adulto Mayor" de la Escuela Carlos Brándago que estuvo integrado por 25 abuelitos, posteriormente fue rebautizado con el nombre de "Club de Adultos Mayor Martita" en honor a tú gran labor de servicio social, una vez jubilada seguiste con esta hermosa labor, apoyada por tu querida Juanita y tu adorada hija Cecilia, que amenizaba las reuniones con canticos acompañados en guitarra.
Las enfermedades te fueron disminuyendo lentamente, pero aun así siempre mantuviste energía para ayudar y estar pendientes hasta en tus últimos momentos de tus abuelitos. Sabemos que ahora estás bien, descansando junto a tu amado esposo Luis y a nuestro hermano Manuelito.
Ten la satisfacción que cumpliste todas tus metas, fuiste una madre y padre a la vez excepcional, hiciste mucho y más por nosotros y por muchas otras personas a tu alrededor.
Hasta nuestro reencuentro Mamita
Rosa, Cecilia y Luis.
Un gesto valorable
En torno a la determinación anunciada por Luis Larraín Matte, leí su entrevista y me informé de su decisión pública y argumentada de dejar la presidencia de tu digno partido.
Este es un gesto y testimonio que valoro mucho, aunque no me competa pues no milito allí. La política chilena está en su hora más sombría y mediocre; justo en los tiempos más graves y delicados para el país.
Nos faltan más gestos parecidos hoy en día, donde los líderes y parlamentarios pongan sus bocas donde tienen sus almas . Mi admiración, desde la vereda del centro.
Eduardo Aninat Ureta, Ex ministro de Estado.