Intervención de autoridad para evitar el cierre de local desata fuerte polémica
CAPITAL REGIONAL. Funcionarios de dos gremios paralizaron actividades y piden la salida del jefe de gabinete de la seremía de Salud. Propietaria de local comercial reconoció llamado al intendente.
Una movilización indefinida, no negociable y con la solicitud de salida inmediata del jefe de gabinete de la Seremía de Salud de Los Ríos, Rodrigo Bahamonde, mantienen desde ayer los trabajadores de la propia Secretaría Regional Ministerial de Salud agrupados en la Federación de Funcionarios de la Subsecretaría de Salud Pública y la Asociación de Funcionarios de la Seremía de Salud de Los Ríos.
¿Cuáles son las razones? Los trabajadores llegaron a esta instancia luego de acusar al funcionario, quien es asesor directo de la seremi Regina Barra, de privilegiar un criterio político por sobre la instancia técnica al momento en que fiscalizadores de la seremía decidieron prohibir el funcionamiento de un céntrico café en Valdivia, por exceder el aforo máximo del local. Los gremios también acusan al intendente César Asenjo de intervenir en la situación.
El presidente de la Federación de Funcionarios de la Subsecretaría de Salud Pública de Los Ríos, Ricardo Rivera, detalló que "esto rebalsó el vaso el viernes, cuando en un local céntrico los fiscalizadores controlaron el aforo, que superaba la cantidad permitida para la atención, por lo que procedía el acta de prohibición de funcionamiento. Pero, él (Rodrigo Bahamonde) intervino esa decisión con el intendente regional, por lo cual el local siguió funcionando, sin respetar la decisión de la autoridad sanitaria".
"El local funcionó tranquilamente el fin de semana, lo cual nos parece impresentable porque en la autoridad sanitaria debe prevalecer el tema técnico. La ley debe ser igual para todos. Estas intervenciones pasan a ser un tema común y no pueden ocurrir en una institución donde se avala el concepto de riesgo de la salud pública y de las personas de la región", agregó el dirigente.
Seremi
La seremi de Salud de Los Ríos, Regina Barra, se refirió al tema durante el reporte diario de covid-19. En la ocasión expresó que "ser elegidos junto a la región de Aysén para debutar en la apertura inicial, nos ha obligado a desarrollar nuevas estrategias para cumplir los objetivos esperados. En esta búsqueda, hemos tenido aciertos y errores, diferencias que pueden generar malas interpretaciones, pero nunca ha existido mala fe para no hacer cumplir la norma que actualmente se me ha mandatado".
Agregó: "Respaldamos absolutamente el actuar de nuestros funcionarios técnicos, fiscalizadores y sus respectivas jefaturas. Son justamente ellos, quienes han contribuido a estar en la situación actual, con una región que ha mantenido la pandemia contenida".
La autoridad enfatizó que "condenamos las actitudes de falta de respeto y de maltrato hacia nuestros funcionarios, producto del cumplimiento de su labor de fiscalización que se les ha asignado. Mantendremos nuestra labor de fiscalización y cuidado de la salud de nuestra población con la misma convicción que lo hemos hecho siempre".
¿Hubo presiones para evitar la prohibición de funcionamiento al café? La seremi expresó que "descarto absolutamente que haya existido algún tipo de presión de carácter político para evitar la fiscalización aludida". No se refirió directamente a la solicitud de renuncia de su jefe de gabinete.
Versión de propietaria
También entregó su versión sobre los hechos Pilar Fuentealba, quien es la propietaria del "Café de Luis", local comercial involucrado en la polémica. "El 31 de julio, cerca de las 13.15 horas, se acercó al café un fiscalizador para revisar el aforo. Él portaba un documento que no indicaba el número de personas que debían estar en mi local. Nosotros le explicamos que el aforo que habíamos enviado el 21 de julio a la seremi de Salud, con los metros cuadrados actualizados, nos daba para 24 personas. Al no recibir ninguna respuesta, esperábamos que en algún momento iban a venir para indicarnos el aforo", dijo.
Y continuó: "El fiscalizador me dice que debíamos tener un aforo máximo de 14 personas y como habían 18 clientes, iban a proceder a cerrar. Yo le pedí hablar con algún jefe de ellos, pero al no contestarme, efectivamente me comunico con el intendente (César Asenjo) para que él me ayude, porque me querían cerrar el café por un aforo que yo había solicitado y del cual no me habían respondido".
Pilar Fuentealba señala que posteriormente el fiscalizador le informó que inspeccionaría otros locales y que regresaría después. "Los otros locales estaban en las mismas condiciones que el mío y a ellos sí les dio plazo hasta el lunes para aclarar el aforo y tampoco los cerró. Luego me llamó para preguntarme si había cerrado y yo le dije que ya había bajado el aforo a 14 y estaba cumpliendo con lo solicitado. Después llegó otra vez al café a intentar cerrarlo y efectivamente se lo impedí, porque cuando llamé me dijeron que no lo iban cerrar", relató.
Y agregó: "Al otro día vinieron a ratificar que me había negado a cerrar. Yo ya hice mis descargos por el sumario sanitario y tengo el respaldo de lo que digo. También quiero dejar en claro que yo no tengo absolutamente nada que ver con la política. Lo que hice fue llamar a una autoridad, porque vi que el fiscalizador estaba siendo muy prepotente e intransigente. Jamás le pedí funcionar con un mayor aforo ni nada de eso".
El intendente de Los Ríos, César Asenjo, declinó referirse a la polémica.