"Hoy, cualquier cosa que no venga del mundo indígena, va a ser muy difícil que resulte..."
PRESIDIÓ HACE CINCO AÑOS . Una comisión que propuso 70 medidas para ayudar a dejar atrás la violencia en La Araucanía. Ahora dice que no basta con una mesa y que debe existir un cambio de actitud, porque el malestar es muy grande.
El 23 de enero de 2016 fue entregado a la entonces Presidenta Michelle Bachelet el informe de la Comisión Asesora Presidencial de La Araucanía. El documento era el resultado de casi seis meses de trabajo de una mesa integrada por académicos, personalidades mapuche, empresarios, dirigentes sociales y políticos, entre otros, los que fueron convocados para visualizar una solución a la tensión en la región.
Encabezó este trabajo el obispo católico de Temuco, Héctor Vargas Bastidas, quien el 2015 había sido nombrado a cargo de esa diócesis, y quien firmó el trabajo como "facilitador". El prelado reconoce que poco y nada se ha hecho de lo propuesto, a pesar de los esfuerzos por avanzar. Entre la entrega del informe y el presente, la tensión ha ido creciendo producto de múltiples atentados y tomas, además de acciones como la instalación del "Comando Jungla", una fallida consulta indígena y el asesinato del comunero Camilo Catrillanca.
Vargas reconoce que "el gobierno sacó un plan (Plan Araucanía, presentado en septiembre de 2018) que fue resultado de la gestión del ministro (Alfredo) Moreno. Más allá de todas las críticas, que son normales, esto terminó muy bien con una propuesta del Presidente Piñera, porque La Araucanía era uno de los cuatro ejes de su programa de Gobierno. Acá se propusieron cuatro temas y se lanzó este plan con 300 y tantos proyectos, algo muy grande y con una inversión enorme. Pero pasó lo de Catrillanca y el Gobierno decidió congelar todo y luego se fue Moreno y decidieron no llevarlo a cabo. Tal vez estimaron que no estaban los tiempos para eso. Cual haya sido el motivo, nos quedamos sin pan ni agua".