Julio fue un mes malo para los multifondos de pensiones que manejan las AFP. Todos registraron desempeños negativos, recogiendo la incertidumbre económica que ha generado la pandemia de coronavirus, el impacto del retiro del 10% del ahorro previsional y las versiones de parlamentarios que plantean que el Estado expropie esos dineros y se haga cargo de otorgar las pensiones, desechando el sistema de capitalización individual para volver al de reparto.

Cuando el país y los mercados muestran situaciones de inestabilidad, se refleja en el comportamiento de los fondos en los cuales todos los trabajadores tienen invertidos sus dineros, administrados por las aseguradoras. Coincidente con estas distorsiones, desde marzo hasta junio se ha producido un notorio incremento de los traspasos de fondos de pensiones, alcanzando cifras históricas desde su creación.

El reclamo por las bajas pensiones está centrado en el término de las AFP, pese a que el problema no son las administradoras, sino los bajos montos ahorrados, producto de reducidos salarios, de lagunas previsionales, de cotizaciones por un sueldo base y no por el total de dineros que perciben los trabajadores; porque quienes trabajan por cuenta propia no hicieron ahorro previsional y, como contraparte, van aumentando las expectativas de vida. Es decir, tienen menos ahorros y hay que hacerlos durar más años.

¿Cómo financiar entonces una mejor pensión y por un período de vida más largo? Circulan muchas ideas. Tal vez hay que crear incentivos para postergar el retiro, ya que los cambios demográficos, con baja tasa de natalidad y aumento de la longevidad, reducirán la fuerza laboral en los próximos años, con lo cual se hace indispensable generar las políticas públicas apropiadas para que los adultos mayores se mantengan en actividades remuneradas, aportando a la economía y mejorando sus condiciones de retiro. Algunos expertos plantean un cambio en la ley para que las AFP no cobren comisión cuando el afiliado siga cotizando y postergue la jubilación más allá de las edades legales, si se considera que la pensión puede crecer entre 7% y 9% por cada año adicional de cotización y postergación del retiro.

Desde hace varias semanas que Los Ríos, y en particular Valdivia, lucen cifras con sensaciones de optimismo y esperanza respecto de la pandemia que estamos viviendo. La curva de contagios parece haber aplanado y el desconfinamiento asociado a cordones sanitarios ya es un hecho. Pero los desafíos que nos impone el Covid-19 están lejos de desaparecer. En términos inmediatos se deben seguir aplicando todas las medidas preventivas para evitar que las cifras de casos activos aumenten y eso implica una responsabilidad y conciencia ciudadana que nos pondrá a prueba en las próximas semanas. De hecho, en los últimos días de agosto, en Los Ríos se han registrado alzas de nuevos casos, los cuales se podrían denominar como rebrotes que inquietan y que marcan un quiebre respecto de los bajos índices registrados por semanas. Es por ello, que siempre el llamado es a la responsabilidad individual, que impactará sin duda en toda la población.

El autocuidado y del grupo familiar será fundamental para ir recuperando en forma paulatina la vida a la cual en alguna medida estábamos acostumbrados, teniendo en claro que nunca será la misma que hasta hace unos cinco meses.

La salud de las personas es la prioridad uno en estos momentos. Pero para ello, insisto en que la responsabilidad individual y social es la piedra angular para poder seguir manteniendo los índices de contagio bajos. Esto significa recuperar además la actividad de las personas, entre las cuales está incluida sus labores productivas en sus respectivos trabajos, empresas o emprendimientos, en el marco de un proceso que se debe llevar a cabo sin descuidos ni fallas que impliquen un retroceso desde todo punto de vista.

Hay normas sociales nuevas y reglamentos claros que nos dan directrices precisas de cómo desenvolvernos en nuestra vida diaria, los cuales se deberán mantener por un tiempo indefinido sin relajos ni descuidos.

Solamente depende de nosotros como Región de Los Ríos evitar contagios en una pandemia que nos ha puesto a prueba desde sus inicios, exigiendo una adaptación rápida a los cambios. Ahora es el momento de la conciencia ciudadana y la responsabilidad individual para seguir ocupándonos de la seguridad de las personas y el retorno a sus respectivas vidas, que incluyen por supuesto su actividad productiva.