La historia electoral de nuestro país es tan antigua como la República misma. Con luces, sombras y vicios corregidos con el paso de los años, se busca transparencia para lograr que los resultados de las votaciones sean efectiva expresión de la democracia. Pero las leyes son una cosa y la realidad es otra, como ocurre ahora con el plebiscito constitucional del 25 de octubre.

La seguridad, más allá del orden público y transparencia en resultados, agrega un factor nuevo a las votaciones: seguridad sanitaria. El lápiz de grafito para marcar en la cédula, el de pasta para firmar al registro, la toma de huella dactilar, la cámara secreta y su puerta con una tela o madera, los recintos de votación, la congestión, las filas de espera, los contagiados… En fin, detalles y rincones donde puede acechar el covid-19.

El Servel desestimó prolongar la votación por dos días, según explicó el presidente del Servel, Patricio Santamaría, quien recordó que en la mayoría de los países se vota en un día, lo que garantiza la rápida entrega de resultados "sin que se caiga en la suspicacia", algo razonable en este país de malpensados.

¿Voto electrónico o por correo? Lo desestima, el mismo directivo citando la Constitución que exige sufragio personal, igualitario, secreto y voluntario. Por cierto, en este punto subyace también la sombra de la desconfianza ante diestros hackers y posibles robos de valijas postales.

Pero está pendiente el tema del financiamiento de la campaña que se inicia el 26 de este mes. "Hemos hecho oportunamente las propuestas para corregir esa omisión y esperamos la colaboración del Ejecutivo y el Legislativo… Creemos que acá aplican principios generales como la prohibición de aportes de empresas y personas jurídicas, como asimismo que tengan origen extranjero", reconoció Santamaría.

Más allá de las platas está el rol del Gobierno. Diputados de diversos colores piden prescindencia del Ejecutivo que, con dichos o hechos, es el "gran elector".

Finlamente, no hay certezas sobre el resultado del plebiscito, pero con el temor a la pandemia las opciones ya no son dos, Apruebo o Rechazo. Está también una tercera, que es la abstención ante el temor al contagio. Derrotar esa opción es tarea del Servel.

Ha sido difícil mantener una dieta balanceada estos últimos meses, debido a la Pandemia, pero quisiera hacer una llamado a todas las personas a utilizar alimentos básicos y de consumo habitual para mejorar la calidad de nuestra dieta, con el fin de potenciar el sistema inmune y, muy importante, mantener una adecuada digestión.

Algunas encuestas muestran que -desde marzo- se ha incrementado el consumo de café de manera exponencial. Sabemos que un elevado consumo de café eleva la presión arterial, induce estreñimiento, y nos mantiene en un estado de alerta prolongado, pudiendo afectar nuestra calidad de sueño y descanso. Por ello, una recomendación es que cada mañana prepare un recipiente con agua natural, a la cual puede incorporar hierbas como menta o salvia y rodajas de limón o frutas que disponga, si desea puede agregar jengibre, y por supuesto no añada azúcar. Esta es una buena y económica forma de hidratarse día a día, al igual que reemplazar el café por café de trigo.

Lo mismo ocurre con el chocolate, alimento que posee antioxidantes, pero también una elevada cantidad de azúcar y grasa, y por tanto un elevado aporte calórico. Además favorece el estreñimiento. Por lo que prefiera de postre frutas, y si desea agregue media cucharadita de miel. La fruta posee fibra dietética, le ayudará a mejorar su digestión, aporta vitaminas como la C, que es fundamental para mantener en actividad adecuada su sistema inmune.

¿Qué ocurre con el consumo de pan? De ser posible, para que sea más saludable use harina integral, incorpore semillas como linaza, sésamo y chía; ya que aportan ácidos grasos esenciales y vitaminas del complejo B. Y lo más importante con tan sólo una cucharada de aceite vegetal puede preparar hasta un kilo de pan, por tanto no utilice manteca, que tiene grasas de mala calidad. Como agregados prefiera pescado, palta, quesillo, huevo cocido, lechuga, pasta de ave con pimentones. Evite el consumo excesivo de mantequilla, embutidos y productos de pastelería.

Asimismo, para disminuir la sal, puede agregar a sus preparaciones hierbas aromáticas como: Ciboulette, cilantro, perejil, eneldo, estragón o salvia, las que incluso con envases vacíos de yogurt puede sembrar. Recuerde que una alimentación saludable no debe ser sinónimo de un elevado costo, sino que debemos aprovechar los recursos que tenemos para mejorar la calidad de nuestra dieta.

Marion Guerrero Wyss Docente Nutrición y Dietética U. San Sebastián sede Valdivia