Falleció Osvaldo Urrutia, un histórico de Cifan y el Campamento Musical
EXPERIENCIA. El destacado intérprete también fue académico del Conservatorio Uach y lideró la formación de niños y jóvenes.
A los 82 años de edad y debido a complicaciones de salud, falleció el destacado músico Osvaldo Urrutia, considerado uno de los personajes fundamentales en la formación de nuevos talentos a nivel local.
La relación de Urrutia con Valdivia se comenzó a construir en 1970. Ese año llegó a la ciudad luego de estudiar en el Conservatorio Nacional de Música de la Universidad de Chile. Se integró a la aquel entonces Facultad de Bellas Artes Uach como profesor y violinista en la Orquesta de Cámara de la universidad. Posteriormente y tras el cierre de la unidad académica fue reasignado a la carrera de educación musical al igual que varios de sus colegas.
Desde la década de 1990 y en colaboración con Pablo Matamala, es que decide comenzar a trabajar en la zona sur por el movimiento de orquestas infantiles y juveniles que pregonaba el maestro Fernando Rosas. Hubo un proyecto inicial en la Escuela Alonso de Ercilla y de ahí fue el salto al Campamento Musical Marqués de Mancera, experiencia formativa que también nació de la impronta de Héctor Escobar y teodoro Kausel, entre otros profesionales.
Trabajo social
Osvaldo Urrutia fue en varias ocasiones instructor de viola y violín en el Campamento. Con esa experiencia formativa, es que en 2002 comienza a trabajar por los niños y jóvenes de la Fundación Centro Integral Familia Niño (Cifan). Fue fundador de la orquesta, donde estuvo por 18 años como profesor y asesor. En la institución dependiente del Obispado de Valdivia, compartió nuevamente con Pablo Matamala, quien destaca su compromiso por hacer de la música una herramienta de integración social.
"Siempre lo he considerado un mentor, alguien que en todo momento le puso mucha fuerza y energía a muchos proyectos que permitieron cambiar el concepto de que el arte y la música eran de acceso limitado", dice.
María Elena Saavedra, presidenta de la fundación Cifan, también lamenta la pérdida. "Siempre fue un caballero de la música, quién apostó y trabajó arduamente por los niños más vulnerables de las poblaciones Yáñez Zabala y Pablo Neruda. Siempre estuvo preocupado que la enseñanza para los menos favorecidos sea de calidad y sin ningún prejuicio. Su partida, nos deja un tremendo vacío en Cifan. Lo recordaremos siempre por su trabajo impecable, su sabiduría, el respeto que demostraba por el trabajo de los otros, su entrega generosa, y siempre dejando que otros brillaran, haciendo él el trabajo más difícil, pero silenciosamente".
El músico estaba casado con María Isabel del Río y era el padre Cristóbal, Josefina y Alonso.
"Fue un caballero de la música, quién apostó y trabajó arduamente por los niños más vulnerables de las poblaciones Yañez Zabala y Pablo Neruda".
María Elena Saavedra, Fundación Cifan