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didáctico durante los días lluviosos. "Por eso para nosotros no era tan descabellado pensar en sacar los asientos de los furgones y poner mesas", dijo. Colocaron una mesa grande, instalaron una protección transparente y buscaron todos los métodos de protección personal que pudieran necesitar. "Para los niños del campo es más difícil que les llegue el contagio, se lo podíamos llevar nosotros, por eso nos cuidamos mucho", explicó.
Salen los miércoles y jueves, desde las 9 de la mañana hasta las 16 horas, aproximadamente. Llegan con los furgones a los jardines de las casas, se instalan y los niños ingresan con sus mascarillas acompañados de sus padres. El tiempo que utilizan con cada niño depende de las necesidades que tengan. Una semana van los profesores y a la siguiente el fonoaudiólogo con la profesora diferencial. Cuando corresponde, también reparten las mercaderías que entrega la Junaeb.
"Después de que empezamos a visitarlos, los apoderados nos comenzaron a decir que los chicos estaban más entusiasmados, hacían sus tareas y se preocupaban de tener todo impecable porque nosotros los íbamos a ver. La parte emocional fue fundamental", explicó.
La experiencia
"Gracias a esto hemos logrado que los papás estén involucrados cien por ciento en la educación de los niños", dijo la directora. "Para nosotros ayudar emocionalmente a los papás y a los alumnos nos ha servido para tener una comunicación más directa. Antes los veíamos solo en las reuniones, pero ahora el contacto es estrecho. Eso ha sido una experiencia que nos gustaría que se mantenga. Muchos papás se dieron cuenta que enseñar a los niños es un trabajo fuerte, que debe ser compartido", agregó.
Sandra Ricouz relató que han recibido felicitaciones, aunque también críticas. "Hemos tenido muchas alegrías, especialmente la de ver a los niños que nos esperan ansiosos cada vez que vamos. También hemos tenido críticas de los colegas, que dicen que estamos arriesgando a los niños y nos arriesgamos nosotros. Para implementar esto estamos tomando todas las medidas necesarias. Un director de una escuela de Aysén nos llamó para contarnos que él también estaba interesado en implementar este sistema, pero no contaba con el apoyo de sus colegas. Eso es muy importante, que todos estemos comprometidos. Acá no hemos obligado a nadie, todos hemos asumido esta labor con compromiso. Nos encantaría que todos los niños pudieran estar recibiendo su educación, no todos pueden hacerlo en forma online y para nosotros sería muy motivante que otros colegios tomaran esta iniciativa", dijo.
17 años tiene la escuela, que se encuentra ubicada en el sector de La Punta en Pelchuquín. Fue instalada en el lugar para entregar una alternativa de educación cercana a los niños de la zona.
45 alumnos posee la escuela. También cuenta con un jardín infantil al que asisten 17 niños. El recinto está ubicado al lado del Santuario de la Naturaleza del Río Cruces.
200 kilómetros recorren semanalmente las aulas móviles para entregar la educación a los estudiantes. Fueron acondicionadas especialmente para la pandemia.