Esta crisis sanitaria sin duda ha afectado a todos los chilenos, vidas se han perdido, ingresos han disminuido y empresas han tenido que cerrar. Sin embargo, las mujeres han sido las más perjudicadas por esta pandemia.
Desde que partió el cierre de colegios en marzo, y luego el confinamiento en distintas ciudades del país, las mujeres han tenido que hacer frente al cuidado de los demás integrantes familia. A esto se debe agregar la consecuencia más dura de esta situación, el impacto en el área laboral de las mujeres, sin lugar a duda ha sido tremendo.
Tan solo un 42,9% del total de mujeres que está en edad hábil para trabajar, lo está haciendo, a diferencia del 52,9% que trabajaba en enero de este año, o sea la tasa de participación laboral retrocedió casi 10 años (en 2010 era 47%).
Esto se debe principalmente a que las mujeres tienen trabajos que tienden a ser informales y más precarios. Las áreas en donde mayoritariamente se desempeña la mujer se han visto duramente dañadas, estas áreas son el turismo, la gastronomía y el comercio. Además, las mujeres, antes de esta crisis, lideraban los empleos por cuenta propia.
Estar cesante para las mujeres tiene un impacto más grave para la sociedad, y esto porque según la encuesta Casen 1 de cada 4 hogares es sustentado por una mujer. También se debe considerar los hogares monoparentales, que son en un 77% dirigidos por mujeres, según la encuesta Casen de 2017. Es súper importante aprender del pasado, y es que en crisis económicas anteriores la mujer se demorado mucho más que el hombre en reincorporarse al mercado laboral.
Es por todo esto que esta semana nos juntamos, un grupo de senadoras de distintos colores políticos con el Ministro de Hacienda, para pedirle que la reactivación económica tenga rostro de mujer. Estamos conscientes, que muchas mujeres son el sostén de sus familias, y no pueden seguir postergando su inserción en el mercado laboral.
Es importante que esta nueva etapa de reactivación económica tenga un enfoque especial hacia las mujeres, las mas perjudicadas por la pandemia. Hay que incentivar la contratación de mujeres por parte de las empresas. Esto se logra si el subsidio laboral para la contratación de mujeres es mayor que para los hombres, premiando a las empresas que postulan a licitaciones que tengan una proporción mayor de mujeres trabajando en sus empresas, entre otras medidas.
Ahora más que nunca, nuestro país debe aprender de los errores del pasado y darles prioridad a las mujeres durante este lento proceso de reactivación económica.
"La reactivación debe tener rostro de mujer (...) Muchas mujeres son el sostén de sus familias, y no pueden seguir postergando su inserción laboral..."