Sobre Educación Técnico Profesional
Llamada a mantener vigencia, pero con profundas raíces históricas, la ETP reúne hoy al 39% de los liceanos de Chile. Es importante que la ETP tenga pertinencia con las realidades locales, para que el vínculo con el mundo laboral sea real para los jóvenes y no estadístico.
Un 39% de todos los estudiantes de tercero y cuarto medio en Chile están en la Educación Técnico Profesional (Estrategia Nacional ETP 2016-2030). En Los Ríos son 15 mil 749 alumnos en total, incluyendo los 35 liceos, los cinco Institutos Profesionales y los 8 Centros de formación Técnica en funcionamiento.
El Observatorio Laboral Regional dio a conocer algunos de esos datos y relevó la importancia de potenciar este tipo de enseñanza, considerando que el país hoy requiere personas formadas en ella. La proporción es tres de cuatro empleos. Y en tiempos de cesantía empinada sobre el 14% y pandemia, como los actuales, es una información para considerar.
En el país se encuentran aprobadas 46 especialidades técnicas para la Educación Media, varias definidas después de las reformas de 1998 y otras actualizadas más recientemente al mundo digital, electrónico y a la innovación. Claro sin perder vigencia áreas como las demandadas en la zona: turismo, agricultura, lechería, alimentación, cuidado de enfermos, niños y mayores; estas última de especial urgencia, como se entiende, por la obligatoriedad de los cursos iniciales -la primera- y por demografía, la segunda.
Estas reflexiones se hicieron en el marco del Día Internacional de la Educación Técnico Profesional, conmemorado -on line por supuesto- el 26 de agosto, para recordar los 77 años de la creación de la Dirección General de Enseñanza Profesional, ordenada por el Presidente Juan Antonio Ríos en 1942, que además la garantizaba para las mujeres. Pero la historia no empezó ahí. Ya en 1748 los jesuitas recibieron aprendices criollos para oficios de artesanos y en 1849 se abrió la Escuela de Artes y Oficios. Y en la industria de los medios de comunicación no puede obviarse la presencia y especialización de los tipógrafos, responsables de la impresión de textos, en una época muy lejana a la digitalización.
Es decir, la Educación Técnica Profesional está ligada a la historia -y al progreso- de Chile y de la región. Por lo mismo, es importante potenciarla; pero es importante que ella tenga pertinencia con las realidades locales, para que el vínculo con el mundo laboral sea real para los jóvenes y no solamente estadístico.