La semana pasada discutimos en la Cámara, un proyecto de ley que pretendía prohibir el uso de leña para calefacción domiciliaria.

Nadie puede negar que el uso desregulado de leña húmeda genera perjuicios ambientales por el humo, transporte y muchas veces por no haber un plan de manejo del bosque nativo; sin embargo, la idea de que se prohiba su uso sin existir un sistema de calefacción alternativo, de bajo costo, de acceso a toda la población y durante la mayor parte del año, era poner en más precario las condiciones de vida de familias vulnerables y "clase media", especialmente en que por otra parte, el programa de gobierno de recambio progresivo de calefactores tradicionales o en mal estado con subsidio del Estado, se estrelló ante la improvisación o imprevisión de asegurar los "pellets" para que puedan operar. Y aquí una "máxima"obvia…Si un programa de equipamiento subsidiado compite con la también necesidad de familias de mayores ingresos, evidentemente los insumos terminarán en las casas de estos últimos y no donde el Estado quería focalizar. Las largas filas y el mercado negro en torno al comercio de pellets, mostraron la falta de acciones para evitar que el mercado se desregule y haya quiebres de stock. En este caso han sido familias humildes y principalmente adultos mayores, que viven con menos de lo justo, los que han sufrido por la falta de previsión y presa de especuladores desatados. Chile produce 20.000 t y se requieren 30.000 t de acuerdo a los equipos en función…¡y las fuerzas del mercado NO operaron..!

Si bien sabemos de las dificultades de tener un mercado regulado de leña seca, el proyecto en comento sería el tiro de gracia para los que utilizan leña como único medio para entibiar el hogar y preparar la comida. Así las cosas, el proyecto que si bien apuntó a prohibir el uso entre las familias de mayores ingresos, no son precisamente estos los que consumen más leña.

El rechazo del proyecto anterior me permitió reactivar otro que preparamos con algunas organizaciones del Sur el 2015 y suspendimos dado que nos estaban las condiciones para avanzar en la determinación de la leña como combustible. Es curioso, pero nuestra legislación contempla y regula una serie de combustibles pero no la leña en su completa expresión.

Iván Flores García

Diputado

La celebración de Fiestas Parias no siempre fue en septiembre. Esa decisión se tomó en 1837, para concentrar mirada en el primer grito de Independencia (1810) y dejando atrás las conmemoraciones populares que hacía la gente para el 12 de febrero (por la batalla de Chacabuco, de 1817) y el 5 de abril (Maipú, en 1818), ligadas a la labor de Bernardo O'Higgins y que generaban todavía algunas divisiones políticas en época del Presidente José Joaquín Prieto.

Entonces, además, se definieron los formatos, con Te Deum, fondas y desfiles del 18 y 19 que se conservan hasta la actualidad y que siempre son sinónimo de días de asueto, vacaciones escolares, reuniones familiares y paseos para aprovechar de dar la bienvenida a la Primavera.

Lamentablemente -siempre también- han marcado un período de riesgos, por el aumento del consumo de alcohol, los hechos de violencia que eso implica y la falta de prevención en general. En el siglo XIX advertían sobre el dieciochero "relajo de las costumbres"; en el XXI vimos crecer los accidentes de tránsito (el año pasado fallecieron 32 personas en esta época en todo el país) y se multiplicaron inquietudes, aunque sí se han ordenado bastante las actividades, gracias a mega eventos organizados por municipios, locales limpios y horarios fijos.

Ahora se acercan los mismos feriados históricos. Los de 2020. Y están desafiados por la pandemia de coronavirus, con suspensión de convocatorias masivas y con un llamado de las autoridades a ser responsables en el festejo. Incluso hay un plan oficial que se llama "Fondéate en tu casa", que ha generado polémicas, aunque busca que la gente no salga, que las reuniones sean escasas y que el espíritu se mantenga, pero usando mascarillas, lavándose las manos y manteniendo distancias.

Los Ríos es una de las dos regiones que baja los índices de contagio de covid-19, pero eso puede dar una falsa sensación de confianza, traducirse en "auto permiso" para celebraciones y en una lamentable alza de personas afectadas.

La seremi de Salud doctora Regina Barra hizo un llamado a la responsabilidad en una entrevista reciente. Es de esperar que sea escuchado, porque un rebrote de la enfermedad es una posibilidad cierta, si no se aplican precauciones.