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Aceptar resultados
La gran virtud de la democracia no está en ganar una elección y acceder al poder gracias a la votación popular, más bien todo lo contrario. La gran virtud de la democracia está en perder la elección y poder dormir tranquilo al final de la jornada electoral; a sabiendas que el vencedor no podrá destinar su poder en nuestra contra gracias a una institucionalidad sólida que limita la discrecionalidad de su actuar.
Por esta razón, la democracia en Chile, la noche del 25 de octubre, no debería depender del triunfo del "Apruebo" o del "Rechazo", sino en la capacidad de aceptar de forma pacífica el resultado que determinen las urnas, con total independencia de la opción elegida.
Juan L. Lagos Fundación para el Progreso jlagos@fppchile.org
Padres y educación virtual
En la encuesta "Covid-19 y educación" realizada a padres chilenos arrojó que el 82% considera decisivo integrar herramientas online a las clases presenciales tras la pandemia.
Según los resultados, el 75% considera que un formato virtual genera más interés que un libro de texto y que con métodos virtuales se consigue mayor personalización y adaptabilidad para practicar los conceptos que imparten en la clase los profesores.
Las cifras son claras, porque aun cuando las herramientas digitales no pretenden ni deben sustituir a la educación presencial, sino ser un complemento para motivar a los niños, niñas y adolescentes, además de mejorar sus conocimientos, esta crisis deberíamos verla como una oportunidad para, de una vez por todas, replantearnos el sistema educativo y adaptarlo a la realidad digital de nuestros menores.
Javier Arroyo www.smartick.com
Ciberseguridad
En Latinoamérica, la pandemia de Covid-19 no solo ha generado consecuencias a nivel sanitario, sino también en términos económicos, tanto para las personas como para las empresas. De un momento a otro, las cuarentenas obligatorias aceleraron las conexiones desde el hogar y, en muchos casos, el inicio del trabajo remoto se realizó con poca planificación.
Sin lugar a dudas, este escenario creó infinitas oportunidades para los ciberdelincuentes y, con ello, una serie de desafíos en términos de seguridad, tanto para grandes como para pequeñas compañías. Si a esto sumamos el escaso conocimiento que los colaboradores tienen en la prevención de eventuales ataques, y la poca preparación proporcionada por las organizaciones para evitarlos, la situación empeora.
De acuerdo con un estudio de Kasperky realizado en la región, el 77% de los encuestados no sabe lo que es el ransomware, otro 55% desconoce el término phishing o robo de identidad, y un 29% ignora lo que es un malware.
Asimismo, es primordial que las compañías realicen una constante revisión y actualización de los protocolos de seguridad, pues una vez que adopten una correcta estrategia digital podrán visualizar y anteponerse a los potenciales peligros que existen en la red.
El futuro es incierto y, ante esto, encontrar el mejor camino para mantenernos seguros digitalmente y sobrevivir a posibles ciberataques que puedan poner en peligro a nuestras organizaciones, es crucial.
Andrea Fernández Gte. Latinoamérica Sur Kaspersky
Mujeres, dar vuelta la página
Espero que la presencia o ausencia femenina en tecnología y en ciertas áreas de estudio, de la industria y del consumo deje de ser "tema" en un futuro cercano. Después de esta pandemia y de ver el comienzo del fin de varios paradigmas, quisiera que el discurso de la desigualdad de género quedará obsoleto, al menos en este ámbito.
Con esto no quiero desatender cifras ni estadísticas que dan cuenta de una realidad heredada, donde se evidencia que las mujeres en las áreas de ciencia y tecnología son una minoría en nuestro país. Según datos de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de la Información, la participación femenina en TI es de un 5%, mientras que, en países como Estados Unidos, en los que todavía la participación femenina es baja, las mujeres representan cerca del 20%.
Las cifras son importantes pero las circunstancias también, y hoy es el momento de establecer un equilibrio y relucir las cualidades que tenemos: habilidades blandas, inteligencia emocional bien desarrollada, alto nivel de responsabilidad, honestidad y empatía. Los nuevos liderazgos requieren este tipo de cualidades.
Demos vuelta la página y aprovechemos el "momentum" para cambiar el discurso de la desigualdad. Es cierto, la participación ha sido y sigue siendo baja, pero hoy podemos ser parte del mundo digital, somos de hecho las principales consumidoras de tecnología y sin duda quienes mayor dependencia podremos llegar a tener de la misma. La tecnología debe ser un activo para las mujeres.
Alejandra Rojas Gerente Adexus