Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Cartelera y Tv

El perdón

E-mail Compartir

político

El texto del Evangelio de este domingo (Mt 18, 21-35) está dentro del "discurso comunitario" de Jesús a sus discípulos.

Y hablando sobre el perdón es que Pedro interrumpe con una pregunta: "¿Cuántas veces debo perdonar a mi hermano? ¿Hasta siete veces?".

El mismo Pedro trata de responder con una cifra bastante significativa para la época y que estaba por sobre lo que la tradición vetero-testamentaria entregaba.

Jesús responde con una expresión que señala lo ilimitado del perdón de Dios: "Setenta veces siete" y además, con una parábola.

La parábola del siervo que va donde el rey a quien debía una gran suma y éste ordena vender a su familia y posesiones.

Pero le rogó y él rey tuvo compasión y le condonó la deuda. Luego, al salir, se encuentra con un compañero que le debía una pequeña suma y aunque le rogó que le tuviera paciencia, no tuvo compasión y lo mandó a la cárcel.

Escandalizados los demás, lo denuncian al rey.

El rey enfurecido le dice: "Malvado, te perdoné la deuda porque me lo suplicaste. ¿No tenías tú que tener compasión de tu compañero como yo la tuve de ti?" y lo mandó a la cárcel. Hasta ahí la parábola.

Jesús no era un "escriba" en el sentido del judaísmo antiguo o un legislador como Moisés. Jesús instruye a sus discípulos desde la cotidianidad, con opciones fundamentales, que los llevan a tener criterios claros en la vida.

El perdón recíproco es una de estas opciones, porque está fundamentado en la Misericordia de Dios, que se hace vida en las cosas concretas de cada día.

El de Jesús no es un discurso elaborado, ni una bella teoría. Es profundo y claro: "Sean misericordiosos, como mi Padre es misericordioso".

Daniel Hernán Vega : Adiós a un caballero del básquetbol

E-mail Compartir

Tenía 81 años de vida cuando el Señor lo llamó a su lado el pasado martes 1 de septiembre, dejando un imborrable recuerdo entre sus familiares, ex colegas de trabajo y el mundo del básquetbol y el deporte valdiviano en general. Daniel Hernán Vega nació el 19 de marzo de 1939 en Valdivia, estudió en la Escuela Hogar y el Liceo de Hombres. Fue funcionario de la antigua Corhabit y de la Gobernación Provincial de Valdivia, donde jubiló en 2004 luego de 30 años de servicios. Daniel Hernán Vega fue casado con Teresa Vera Steineger y fueron padres de tres hijos: Amparo, Valeska y Francisco; tuvieron cuatro nietos: Daniela, Francisco, Jaime y Catalina; y dos bisnietos: Nicolás y Laura. Como entrenador de básquetbol y persona ligada al deporte de los cestos, Daniel Vega fue socio del cuerpo nacional y local de técnicos, pero también desempeñó labores como directivo integrante del Consejo Local de Deportes y fue socio fundador de la Asociación Gremial de Comunicadores Deportivos (Acodep) de Valdivia, además de comentarista deportivo especializado en baloncesto. En su labor de técnico de básquetbol dirigió a la Escuela Hogar N° 11 entre 1955 y 1958, al antiguo Club Deportivo Valdivia entre 1959-1963, también estuvo a cargo del equipo de Escuela Normal y fue ayudante de Eddy Bermúdez y técnico en la Escuela de Básquetbol de la Asociación Valdivia. A esa trayectoria sumó la Escuela Técnica Femenina en 1966, los menores del Deportivo Valdivia en 1968, Papelera en 1969 y 1970, Deportivo Salesianos en 1972, Universidad Austral, selección juvenil de Valdivia (1975), Carabineros y el Regimiento Cazadores. También fue entrenador de la selección femenina de Valdivia y ayudante de la selección adulta varones, técnico de Las Ánimas en 1978, la selección del Magisterio en 1979 y en el año 2000 profesor de básquetbol del Colegio Nuestra Señora del Carmen y entrenador del Deportivo Municipal. Los restos de Daniel Hernán Vega descansan en el Cementerio Municipal N° 2 de Valdivia.

1955 fue el año en que Daniel Vega comenzó su recorrido como entrenador de básquetbol, labor que desempeñó durante cerca de 50 años a nivel formativo y competitivo.

Istria Ojeda Berrocal: Una dama preocupada de su familia

E-mail Compartir

Mujer y madre abnegada, sincera, esforzada, muy querida por sus descendientes, fue una persona amorosa, tierna y cariñosa. Es el recuerdo que dejó y vivirá para siempre en los familiares de Istria Ojeda Berrocal, dama valdiviana nacida el 7 de noviembre de 1930 y que se marchó de este mundo el pasado 28 de agosto, a los 89 años de edad. Fue hija de Nicolás Ojeda y Lucinda Berrocal y realizó sus estudios de enseñanza primaria en la Escuela Nº2 España y las humanidades en el Liceo de Niñas, donde destacó en las asignaturas de Historia y Educación Física. El 27 de octubre de 1951 -a las 11.35 horas- contrajo matrimonio con el funcionario de ferrocarriles Mario Loaiza y fruto de esta relación llegaron seis hijos: Nelson, Mónica, Mauricio, Luis (fallecido), Claudio y Sonia. Tuvo 10 nietos: Paola, Juan, Gustavo, José Ignacio, Nelson, Alex, José Mario, Víctor Hugo, Felipe y Mónica. Siempre manifestó que una de las mayores alegrías que había tenido fue la llegada de sus hijos, por los cuales se prodigó por entero. "Fue siempre una madre preocupada de nosotros. Generosa, nunca pidió nada a cambio. Siempre nos esperaba con algo rico, que nos gustara, cuando llegábamos a casa. La amaremos siempre", señalan sus hijos. En la época del padre Juan Lager, Istria Ojeda Berrocal perteneció a la Acción Católica en la iglesia Sagrado Corazón, cultivando su fe y devoción por la Virgen y ayudando -por medio de esa entidad- a los más necesitados. Sus hijos agregan que siempre les inculcó el gusto por el estudio, ya que ella se encargaba personalmente de prepararlos para las diferentes materias, sobre todo en la educación básica. Siendo profundamente católica, se preocupó también de que todos sus hijos recibieran los sacramentos cristianos de iniciación (bautismo, comunión y confirmación). Gran parte de su infancia la vivió en el barrio Toesca de Valdivia. Posteriormente, su vida transcurrió en el sector Estación y después del terremoto de 1960 en la población Valparaíso, hasta su fallecimiento. Los restos de Istria Ojeda Berrocal descansan en el Cementerio Municipal de Valdivia.

89 años de edad tenía istria Ojeda Berrocal, al momento de su fallecimiento. Nació en Valdivia el 7 de noviembre de 1930, fue madre de seis hijos y disfrutó de diez nietos.