ONU acusa a Maduro y su régimen de "crímenes de lesa humanidad"
VENEZUELA. Reporte en el que participó chileno apunta a mandos políticos, militares, policiales y de inteligencia, y consigna 4.600 actos de tortura, desaparición y muerte .
Agencias
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sus ministros del Interior y Defensa, y los altos mandos militares, policiales y de inteligencia son considerados entre los responsables de violaciones de los derechos humanos tan graves que, en ciertos casos, constituyen crímenes contra la humanidad.
Una misión internacional que recibió de la ONU el encargo de investigar la situación en Venezuela apuntó ayer de manera explícita la responsabilidad de algunos de los más altos cargos políticos del país en violaciones sistemáticas de los derechos humanos. Los detalles se exponen en un informe de 443 páginas que será presentado al Consejo de Derechos Humanos el día 23.
La Misión de Determinación de Hechos se encuentra compuesta por Marta Valiñas (Portugal), Francisco Cox Vial (Chile) y Paul Seils (Reino Unido).
Tras conocerse las conclusiones del reporte, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, escribió en Twitter: "Un informe plagado de falsedades, elaborado a distancia, sin rigor metodológico alguno, por una misión fantasma dirigida contra Venezuela y controlada por gobiernos subordinados a Washington".
Arreaza reiteró que el Ejecutivo no reconoce "ningún mecanismo politizado e inquisidor, creado con fines ideológicos por países con pésimos récords en derechos humanos, para agredir a Venezuela y tratar de dañar la relación con la Oficina de la alta comisionada" ONU para este tema, Michelle Bachelet. "Los avances han sido notorios y así lo ha reconocido Bachelet al anunciar la renovación de nuestra relación", agregó, pero el secretario general de la ONU, António Guterres, instó a las autoridades venezolanas a que se tomen "muy en serio" el informe.
Desde 2014
Según la investigación, los crímenes más comunes cometidos por las fuerzas de seguridad desde 2014 han sido ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas, dirigidas a tres grupos en particular: manifestantes, ciudadanos opositores o percibidos como tales y supuestos delincuentes.
La presidenta de la misión, Marta Valiñas, dijo que esta revisó 2.500 incidentes que involucraron 4.600 asesinatos "cometidos por las fuerzas de seguridad, y que podemos considerar ejecuciones extrajudiciales". El comisionado Francisco Cox Vial precisó que recibieron información de diversas fuentes que dan cuenta de 3.479 casos de detenciones arbitrarias por razones políticas en seis años.
Entre las entidades involucradas en los crímenes, están la Policía Nacional Bolivariana y en particular las Fuerzas de Acción Especial, el Servicio Nacional de Inteligencia (Sebin), la Dirección General de Contrainteligencia Militar y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, incluida la Guardia Nacional Bolivariana.
En su investigación, la misión entrevistó a víctimas, familiares, abogados y testigos, y también a policías, militares y miembros de los servicios de inteligencia, incluidos algunos que siguen en funciones, a través de medios telemáticos.
"Lamentamos que el Gobierno no haya respondido a ninguna de nuestras comunicaciones, ni siquiera cuando pedimos permiso para visitar el país y reunirnos con autoridades", explicó Marta Valiñas. A pesar de esto, se consiguió reunir información suficientemente fundada que confirma el patrón sistemático y generalizado de los abusos.
De la responsabilidad de Maduro, Cox dijo que la misión obtuvo información que indica que el Presidente ha dado en ocasiones órdenes directamente al director del Sebin para seguir a alguien en particular. La persona era puesta bajo vigilancia, se reunía información sobre ella, se interceptaban sus comunicaciones y luego era detenida sin orden judicial, "sólo porque había una orden del presidente", explicó.
También se descubrieron muchos actos de tortura, como palizas, asfixia con agua o productos tóxicos, violencia sexual, mutilaciones, descargas eléctricas y diversos modos de tortura sicológica.