"Como cineastas nos movemos un poco en base a lo que nos dice el corazón"
PRESENCIA. Tras el éxito de "Mala junta", la realizadora con raigambre en Mariquina vuelve con un nuevo filme sobre niños del Sename.
Hace cuatro años Claudia Huaquimilla fue premiada. Subió al escenario del Aula Magna Uach para recibir el Pudú a Mejor Largometraje Chileno por "Mala junta".
El galardón conseguido en el 23° FICValdivia fue el corolario perfecto de una larga trayectoria de reconocimientos nacionales y extranjeros para una película que seguiría marcando la pauta.
En medio de la pandemia, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio habilitó el portal Ondamedia.cl para el visionado gratuito de cine chileno. Según las estadísticas del primer semestre de 2020, "Mala junta" tuvo 15 mil reproducciones y se instaló como una de las tres películas más vistas durante la pandemia.
La obra, con locaciones en Lanco, Mariquina y Santiago, es sobre el encuentro de dos jóvenes: Tano, que tras cometer un delito es enviado al campo a vivir con su padre; y Cheo un tímido mapuche que se vuelve su mejor amigo. La historia de ambos transcurre con el drama del Sename y el conflicto mapuche de fondo; e incluso se volvió material de estudio en aula cuando la cineasta y el productor Pablo Greene la mostraron en Francia.
Niños del sename
Aunque nació en Santiago, Claudia Huaiquimilla está conectada fuertemente con el sur. Su padre es de Mariquina y el responsable de haberle transmitido la importancia de la cosmovisión mapuche y de sentirse orgullosa de sus raíces.
Ello explica en parte que en su momento escogiera a la Región de Los Ríos como locación para su galardonada ópera prima. La misma que sirvió de base para un nuevo proyecto con el que ahora está de regreso en el Festival Internacional de Cine de Valdivia.
En el área de industria, en la sección Cine Chileno del Futuro compite con "Mis hermanos sueñan despiertos". Es una película sobre tres niños recluidos en un centro del Sename y la forma en que deben enfrentar la falta de redes de apoyo.
"Este proyecto nació de una revisión de lo que habíamos investigado para la película anterior. Fue en esos archivos que encontré los relatos de chicos del Sename y varios casos muy dramáticos. En algún momento pudimos mostrar 'Mala junta' en centros del Sename y fue una experiencia muy chocante por todo lo que implica entrar a un recinto que realmente es una cárcel juvenil. En esos lugares descubrí que hay humanidad que puede ser fácilmente vulnerada", dice.
Y agrega: "Por eso, esta nueva película nació un poco del hecho que no debemos olvidar que hay vidas humanas ahí encerradas, que no son solamente cifras para la prensa o los informes oficiales. Sename no necesariamente debe ser sinónimo de muerte. Hay muchas vidas a las cuales hay que darles herramientas para que puedan surgir".
En "Mala junta" el tema del Sename está latente, pero menos protagonista que el conflicto mapuche. ¿Ahora busca hacerse cargo de eso?
- Creo que íntimamente nos hicimos cargo del tema mapuche en el filme anterior y siempre sentimos que había una deuda con lo del Sename. Como cineastas nos movemos un poco en base a lo que nos dice el corazón y en este caso, a cómo nos afectó la realidad a la que pudimos acceder cuando investigamos para hacer 'Mala junta' y posteriormente, al exhibirla. Está súper bien que existan muchos libros, muchas canciones y muchas otras películas sobre los niños del Sename; eso nos entrega un marco de referencia para preguntarnos, qué tenemos nosotros para aportar.
¿Cuál es la diferencia entonces en la forma en que cuentan la historia?
- Lo principal es haber dejado de lado el adultocentrismo. No contamos la típica historia de abogados, trabajadores sociales o profesores que quieren salvar a un niño.
En terreno
En "Mis hermanos sueñan despiertos", Ángel (17) y Franco (14) llevan un año recluidos en un centro del Sename. Pasan los días anhelando lo que harán al ser libres, hasta que llega Jaime (17) y les propone escapar.
Lo que se cuenta en la pantalla está basado en hechos reales. En etapa de proyecto, el largometraje pasó por los festivales de cine de Toulouse y