Documental "Vestigios" rescata la importancia de las araucarias
REGISTRO. Largometraje de Brian Cullen compite en el 27° FICValdivia. La obra apunta a la historia de la especie arbórea y los riesgos a los que está expuesta.
Mucho antes de haberse topado con las araucarias en libros o materiales de estudio, Brian Cullen, las conoció en sus paseos de infancia. Las visitas familiares a los parques eran frecuentes y ello permitió que se conectara con una naturaleza a la que mucho tiempo después terminaría regresando, pero desde el séptimo arte.
Cullen es de Temuco y actualmente compite en el 27° Festival Internacional de Cine de Valdivia, en la sección Largometraje Chileno, con "Vestigios". Es un filme documental de 71 minutos, planteado como un ensayo audiovisual donde el cineasta aborda la historia de la especie arbórea, su importancia y los riesgos a los que está expuesta por la contaminación y el progreso.
En 2015 un incendio destruyó 6.599 hectáreas de bosque nativo de la Reserva Natural China Muerta y sus alrededores. El impacto de la devastación fue crucial al momento de concebir la película.
"El proyecto partió con la idea de sacar al ser humano del centro del relato y poner ahí a una especie milenaria que se está muriendo por el actuar humano. El desafío fue cómo contar una historia desde el punto de vista de la araucaria, cómo poner en lenguaje cinematográfico su trayectoria", dice Cullen.
En pantalla
"Vestigios" se grabó entre 2017 y 2019 precisamente en la zonas que el equipo realizador suele visitar con frecuencia. El proceso lo describen como si se tratara de un paseo familiar, como los que Cullen hacía de niño, bajo la consigna financiera de la autogestión.
En la etapa de desarrollo de la película el equipo contó con la asesoría de expertos de la Universidad de La Frontera, principalmente en temas relacionados a una extraña enfermedad que afecta la madera de las araucarias.
"Es muy impactante entender que una especie milenaria, tan importante, es también tan vulnerable. Eso en cierta forma reforzó nuestra meta de hacer un retrato fílmico", aclara la productora Constanza Contreras.
Basado solo en imágenes y música, el documental apela a las sensaciones de un paisaje único, pero que se podría perder. Es también la forma con la que los realizadores buscan llegar a nuevas audiencias con temas de los que posiblemente abunda material impreso.
Brian Cullen, aclara: "No hay que subestimar a las nuevas generaciones que están tan habituadas al audiovisual. Hoy en día cualquiera puede hacer registros con un teléfono celular. Esos lenguajes están bastante integrados en la sociedad y efectivamente creemos que nuestra película podría tener un buen acercamiento con los niños, principalmente porque es muy visual".
Para Constanza Contreras, también se trata de que no necesariamente hay que entender lo que se está contando en la pantalla. "A los niños se les suele decir que no comprenden las cosas, sin embargo las obras bien pueden generarles distintas sensaciones. El encuentro con el cine se trata de las conexiones, más allá del entendimiento racional. Desde ese punto de vista, catalogar una obra como más 'artística' o 'compleja' es un error".
71 minutos es la duración del documental rodado entre 2017 y 2019 por Brian Cullen.
6 películas fueron seleccionadas para la competencia de Largometraje Chileno en Valdivia.